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GBI-Uriel Septim VII

Uriel VII, bendito por los Cielos, Emperador, Padre e Hijo de emperadores,inspiración de fe y protector de la Justicia, ¡Alabado seas! 

¡Que la luz de tu sabiduría y la gloria de tu reino Iluminen esta humilde obra realizada con el corazón!

Ven a mí, Akatosh, pues sin ti me flaquea el brío, y mi pluma estaría aun seca, aunque los mares estuvieran llenos de tinta, y el cielo fuera mi pergamino al alba.

Ven a mí, Talos, pues sin ti mi Señor y Emperador resurge del polvo baldío, y el Imperio queda desperdigado ante los vientos de la guerra y la ignorancia.

Ven a mí, Julianos, pues sin ti mi ingenio es débil y no sabe separar el trigo de la paja, y mis ojos son incapaces de diferenciar lo verdadero de lo falso, el sentido de la locura o la justicia de los prejuicios y los intereses.

Ven a mí, Kynareth, pues sin ti yo no podría conocer los misterios del mundo, y ciego ante los errores, podría llegar a consumir y profanar la riqueza de tus cuantiosos tesoros.

Ven a mí, Zenithar, pues sin ti podría, como un niño, perder el tiempo con minucias, cuando solo la lucha me ayudará a crear una obra digna de tu nombre y del nombre de mi patrón.

Ven a mí, Stendarr, pues sin ti podría estar sordo ante los numerosos murmullos de tus gentes y, olvidando su necesidad de comodidad y sabiduría, podría perderme en garabatos vanos.

Ven a mí, Mara, pues sin ti podría olvidar el camino de nuestros padres y, pavoneándome a la luz de las últimas tendencias, mis palabras podrían titubear como los finos brotes de novedad en medio de una tempestad de entusiasmos.

Ven a mí, Dibella, pues sin ti mis palabras serian anodinas y pesadas, carentes del brillo de la gracia y la sagacidad para encantar los oídos y los ojos del lector.

Ven a mí, Arkay, pues sin ti no hay aliento ni principio, ya que nadie puede vivir, amar o aprender sin la chispa de tu espíritu.

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Cuando se publicó hace más de cuatrocientos años la primera edición de la Guía de bolsillo del Imperio, su objetivo era describir y trazar una nueva nación bajo el mandato del Emperador Tiber Septim. Los antiguos reinos independientes se habían desmoronado; la ciudadanía hastiada ya de la guerra, estaba asustada y daba crédito a rumores bárbaros e historias fantásticas sobre los habitantes de las provincias colindantes: la noción de un único Imperio Tamrielico, el primero en más de mil años, era algo oscuro que despertaba oscuros presentimientos. El libro fue diseñado para informar, educar y dar seguridad a los habitantes del nuevo imperio.

La Guía se mantuvo en circulación, reimpresa en su formato original durante más de trescientos años sin sufrir modificaciones, mientras el Imperio se estaba redefiniendo. En ella no se menciono una feroz guerra civil entre parientes rivales que se disputaban el trono imperial, ni una catastrófica insurrección en el oeste por parte del Usurpador Camorano, ni la desastrosa invasión de Akavir, ni los interminables ciclos de revueltas y reformas. Al final, reconociendo los anacronismos multitudinarios de la versión original, la Emperatriz Morihatha encargó una segunda edición de la Guía en el año 331 del Imperio. Se volvieron a solicitar los servicios de la Sociedad Geográfica Imperial para actualizar las descripciones de la versión original, eliminar la mayor parte de su tono propagandista y reiterar y modernizar la afirmación de que Tamriel era, en realidad, un imperio unificado.

Mucho ha cambiado a lo largo de los ciento veintiún años desde la publicación de la Segunda Edición, y mucho se ha mantenido igual.

Las noticias de cambio las sigue difundiendo la imperfecta máquina de chismorreo a través de las granjas, aldeas y ciudades de Tamriel. Los sucesos han sido exagerados, retorcidos, invertidos e ignorados en favor de la superstición y los prejuicios de antaño. Incluso los instruidos y aquellos que conocen mundo creen la información falsa y la difunden, dependiendo del lugar donde hayan estado y lo que hayan leído. Es necesario crear una obra verídica y enciclopédica.

Aunque no haya cambiado el parroquianismo de la población, lo que sí ha cambiado es gran parte del Imperio. En el oeste, reinos enteros han sido transformados por los eventos del Milagro de la Paz, también llamado Deformación del oeste. En el este, ha caído el antiguo Tribunal y, con él, la soberanía del Templo. Las guerras durante el Simulacro Imperial han modificado aún más la cara del Imperio tal como la conocemos.

Por orden de Su Majestad Imperial Uriel Septim VII, la Sociedad Geográfica Imperial ha vuelto a asumir la preparación de una Tercera Edición de la Guía de bolsillo del Imperio. Nuestro objetivo consiste, simplemente, en pintar un retrato del mundo como lo conocemos en este momento de la historia e instruir a nuestros lectores, entre los que esperamos se encuentren todas las criaturas ilustradas que llaman hogar a este lugar.

Seguro que se trata de una tarea de grandes magnitudes, con un amplio alcance. No debemos tratar de describir hasta la última brizna de hierba, y quedarnos tranquilos sabiendo que, algún día, habrá quedado obsoleta y será necesario redactar una cuarta edición.

Comenzamos con la más amplia y fundamental de nuestras idea: la naturaleza de nuestra propia existencia.

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