El Asedio de Soledad fue la batalla la final en la Guerra del Diamante Rojo entre el reino de Soledad y el Tercer Imperio en el año 137 de la Tercera Era.
Desarrollo[]
La guerra comenzó cuando Potema Septim fue desterrada de la corte imperial y Kintyra II fue nombrada la Emperatriz de Tamriel. Con el tiempo, Potema ejecutó a Kintyra en la ciudad de La Cañada, y el hijo de Potema, Uriel III se autoproclamó nuevo emperador. Esto comenzó una guerra civil en todo el Imperio.[1]
Pero en el año 127 se libró la Batalla de Ichidag, donde Céforo Septim logró derrotar al ejército de su sobrino Uriel III; pero mientras Uriel iba escoltado en una caravana para un juicio, murió apadreado en el camino por una turba violenta.[1] Los aliados de Potema pronto perdieron la esperanza en ella, y la dejaron en su locura. La guerra duró 10 años más y llegó pronto al Reino de Soledad. Potema tenía ya 70 años, y su hermano Céforo Septim fue coronado emperador.[2]
La batalla era una victoria segura para el Imperio, y Potema Septim tuvo que recurrir a la nigromancia para mantener el Imperio a raya, pero no fue suficiente. Las tropas de Magnus Septim y Céforo Septim llegaron a la ciudad y la asediaron durante un mes contra la gran cantidad de no muertos. Al final lograron entrar en la ciudad y aniquilaron a todos los enemigos, entre ellos Potema, que al parecer murió antes del asedio. Esta victoria marcó el fin de la Guerra del Diamante Rojo, en el trono de Soledad fue puesto Pelagio III, quien más tarde se convertiria en emperador tras la muerte de Magnus Septim.[1]