Elder Scrolls
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Las brujas son unos enemigos recurrentes en la saga en The Elder Scrolls. Representan a mujeres entregadas a las artes oscuras, aunque existen variantes, como las brujas cuervo de The Elder Scrolls V: Skyrim. Suelen reunirse en aquelarres conjuntamente con otras brujas, donde adoran a los Príncipes Daedra.

En The Elder Scrolls II: Daggerfall solían estar cerca de las capillas daédricas, y podían invocar al Príncipe Daedra que correspondiera a cambio de una cierta suma de oro, si el protagonista tenía una buena reputación con ellas.

En The Elder Scrolls III: Morrowind no tienen mucha importancia, aunque en The Elder Scrolls III: Bloodmoon aparecen tres brujas de Glenmoril que pueden curar la licantropía. En The Elder Scrolls V: Dragonborn vuelven a aparecer estas tres brujas, llamadas Ettiene, Fallaise y Isobel, con forma de brujas cuervo.

En The Elder Scrolls V: Skyrim, comparten refugios y aquelarres con las brujas cuervo, que suelen ser las líderes de cada uno de ellos, y las más peligrosas de todo el lugar. También aparece un aquelarre de Glenmoril, que rinde culto al príncipe daedra Hircine. Hay otras, como Anise, que no son hostiles desde el inicio.

Por juego

Apariciones

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