Elder Scrolls
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Contenido[]

Cuando el alquimista del rey Maraneon fue despedido
tras un experimento de laboratorio fallido,
se corrió la voz de que el rey estaba decidido
a contratar a un nuevo erudito
para que mezclara sus brebajes y pociones,
aunque declaró que exigiría ciertas condiciones:
que los candidatos conocieran todo truco y herramienta,
pues no contrataría a nadie más de inteligencia lenta.

Tras mucha deliberación y debate,
el rey escogió a dos sabios aspirantes,
Iantipo Minthurk y Faer Enfático,
un par ambicioso a la par que simpático.
Por demostrar quién era el mejor, deberían competir,
así que el rey afirmó: «Os someteré a una prueba para poder decidir».
Hierbas, gemas y libros en una gran sala se encontraban,
y, junto a calderos y medidores, bajo una alta y cristalina cúpula les esperaban.

«Preparad un tónico que me haga invisible»,
rio el rey con un tono que algunos considerarían risible.
Así que Faer Enfático y Iantipo Minthurk, los dos,
se pusieron veloces a su labor.
Picaron hierbas, machacaron metales, fabricaron extraños aceites refinados
y llevaron sus calderos a ebullición con muchos cuidados.
Cada uno a lo suyo, en los cuencos de mezclas mezclando
y echando vistazos al otro de vez en cuando.

Pasados casi tres cuartos de hora de trabajo,
el uno al otro se guiñaban con desparpajo.
Considerándose cada uno ganador cierto,
oyeron lo que el rey Maraneon dijo, todo resuelto:
«Ahora probaréis las pociones que habéis preparado con esmero,
coged una cuchara y llenadla en vuestro caldero».
Cuando los labios de Minthurk rozaron el brebaje, desapareció,
pero cuando Enfático probó el suyo, bien a la vista quedó.

«¿Crees que una mezcla de plata, diamante azul y hierba amarilla has hecho?».
El rey rio y dijo:
«¡Enfático, mira allí arriba, al cristal del techo!
La luz ha influido en tu elección de ingredientes,
causando resultados bastante diferentes».
«¿Qué se consigue...?», preguntó la audaz voz flotante,
«¿... mezclando hierba azul, oro y rojo diamante?».
«Por [dios dwemeri]», respondió Enfático pidiendo clemencia,
«he hecho una poción para aumentar mi propia inteligencia».

Nota del editor:

Este poema al más puro estilo de Gor Felim no necesita ningún comentario. Recalcaré el sencillo esquema rítmico: AA/BB/CC, la métrica tan sonora e intencionadamente chapucera, así como los recurrentes, chistosos y obviamente absurdos nombres: Iantipo Minthurk y Faer Enfático. La última gracia consiste en que el alquimista estúpido se inventa una poción que le hace más inteligente por puro accidente. Esto podría haber apelado al antintelectualismo del público durante el periodo del interregno, aunque esto es algo que probablemente nieguen los dwemers.

Es necesario recalcar que incluso «Marobar Sul» decide no nombrar a ningún dios dwemer. La religión de los dwemer, si es que se puede denominar así, es uno de los rompecabezas más complejos y difíciles de su cultura.

A lo largo de los milenios, esta cancioncilla se hizo muy popular en las tabernas de Roca Alta antes de que, finalmente, desapareciera hasta quedar relegada únicamente a libros eruditos. Al igual que los propios dwemer.

Apariciones[]

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