Corrupción imperial es una misión secundaria que puede realizarse en The Elder Scrolls IV: Oblivion.
Trasfondo[]
Aunque los capitanes de la guardia de la Ciudad Imperial tienen el deber de proteger y servir, aquellos que están bajo el mando de Audens Avidius saben que es corrupto. Según la ley, la única persona que puede arrestar a un capitán es otro capitán, y aun así, nadie está dispuesto a presentar cargos en su contra.
Objetivos[]
- Hablar con Ruslan en el Barrio del Templo.
- Preguntar a Jensine sobre el capitán corrupto.
- Persuadir a Jensine para que revele el nombre del capitán.
- Buscar ayuda en la guardia imperial.
- Hablar con Hieronymus Lex y seguir su consejo.
- Contactar a Itius Hayn para plantear el caso.
- Conseguir que Ruslan y Luronk gro-Glurzog testifiquen contra Audens Avidius.
- Vigilar a Itius Hayn mientras procede con la detención.
- Observar el arresto de Audens Avidius.
Guía[]
Audens Avidius, el capitán corrupto.
Hieronymus Lex, quien no quiere ayudar.
Itius Hayn.
El arresto.
El héroe se encuentra con Ruslan en el Barrio del Templo de la Ciudad Imperial. Ruslan relata su frustración hacia la corrupción de los vigilantes y explica que un guardia les acusó, tanto a él como a su amigo Luronk gro-Glurzog, de haber robado en la tienda de Jensine. A pesar de que Jensine los declaró inocentes, la guardia les confiscó todo su dinero.
Al preguntarle por qué Jensine no denunció al guardia, Ruslan responde que ella está asustada, ya que ese capitán la chantajea, al igual que a otros comerciantes de la ciudad. Aunque no sabe el nombre del guardia corrupto, sugiere que Jensine podría conocerlo.
Investigación en la tienda de Jensine[]
El aventurero se dirige a la tienda de Jensine, "Mejor que nuevo". Tras persuadirla, Jensine revela que el guardia corrupto es el capitán Audens Avidius. Sin embargo, advierte que sólo otro capitán de la guardia podría arrestarlo y pide discreción, afirmando que negará haber hablado mal de Avidius si alguien le pregunta.
Buscando ayuda dentro de la guardia[]
El protagonista busca la ayuda de los vigilantes imperiales, pero uno de ellos indica que no tiene el rango necesario para intervenir. Sugiere que hable con Hyeronimus Lex, un capitán conocido por su firme carácter.
Al encontrarse con Hyeronimus Lex, este afirma estar demasiado ocupado persiguiendo al Zorro Gris, el líder del Gremio de Ladrones, y no puede ayudar. Aun así, recomienda hablar con Itius Hayn, otro capitán de la guardia, quien probablemente estaría dispuesto a actuar.
Reuniendo pruebas[]
Itius Hayn accede a arrestar a Avidius bajo una condición: el héroe debe presentar dos testigos que denuncian la corrupción del capitán. El protagonista persuade tanto a Ruslan como a Luronk gro-Glurzog para que testifiquen. Ambos se comprometen a hacerlo a primera hora de la mañana siguiente.
La detención de Audens Avidius[]
La mañana siguiente, el héroe vigila a Itius Hayn para asegurarse de que cumple lo prometido. Hayn confirma haber recibido los dos testimonios y se dirige al Barrio del Mercado, donde procede a arrestar a Audens Avidius por corrupción. Finalmente, Avidius es conducido a la Prisión Imperial.
Recompensa[]
La misión concluye con la satisfacción de haber hecho justicia, con un aumento a la fama y a la disposición con Jensine aunque no se recibe ninguna recompensa material.
Diario[]
| Entradas del diario |
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Al parecer hay un vigilante imperial corrupto en la ciudad. Luronk gro-Glurzog en el distrito del templo se quejaba de él. Luronk tuvo problemas con él en la tienda de Jensine en el distrito del mercado. Luronk no sabía su nombre, pero tal vez Jensine lo sepa. |
Hablé con Jensine en el distrito del mercado imperial sobre el vigilante corrupto. Me contó la misma historia que Rusland y Luronk. El capitán de la patrulla de vigilancia imperial Audens Avidius está extorsionando dinero a los comerciantes. Le temen demasiado como para hacer algo. Necesito encontrar a alguien con la autoridad suficiente como para detenerlo. Ella dice que solamente otro capitán de la guardia podría arrestarlo. |
Los guardias no ayudarán. Cualquier queja sobre las actividades del guardia debe ser presentada ante el capitán de la guardia. Audens Avidius es uno de los capitanes de la guardia, de modo que eso no funcionará. Podría intentar hablar con uno de los otros capitanes de la patrulla de vigilancia imperial. |
Intenté denunciar a Audens Avidius ante Hieronymus Lex, uno de los otros capitanes de la guardia. Está ocupado perseguimiento al zorro gris. Dijo que debería intentar con el tercer capitán, Itius Hayn. |
Intenté denunciar a Audens Avidius ante Servatius Quintilius, uno de los otros capitanes de la guardia. Es nuevo en el puesto y no hará nada en contra de otro capitán de la guardia. Dijo que debería intentar con el tercer capitán, Itius Hayn. |
El capitán de vigilancia Itius Hayn está dispuesto a arrestar a Audens Avidius si puedo conseguir a dos testigos que lo acusen públicamente. Las únicas víctimas que conozco son Ruslan, Luronk gro-Glurzog y Jensine. Tendré que hablar con ellos. |
Jensine se niega a testificar contra Audens Avidius. No creo que pueda persuadirla. Tendré que intentar con los otros dos, Luronk y Ruslan. |
Ruslan ha aceptado testificar contra Audens Avidius. Ahora sólo tengo que conseguir que Luronk gro-Glurzog también testifique. |
Luronk gro-Glurzog ha aceptado testificar contra Audens Avidius. Ahora sólo tengo que conseguir que Ruslan también testifique. |
He convencido a Ruslan y Luronk para que testifiquen contra Auden Avidius. Espero que Itius Hayn cumpla con su palabra y arreste a su compañero. De lo contrario, estos testigos tendrán graves problemas. Podría vigilar a Itius Hayn y cerciorarme de que cumpla con lo acordado. |
Audens Avidius está muerto. Era aquel guarda encorvado de la ciudad imperial que amenazó a Luronk y Ruslan. Debe haber escapado de la prisión. No dejaba de contar a todos como me las pagaría por meterlo en la cárcel. |
Audens Avidius me atacó. Él era el guardia corrupto de la ciudad imperial que había amenazado a Luronk y Ruslan. Debe haberse escapado de prisión. Por desgracia me ha obligado a matarle. Estaba desesperado con la idea de atraparme por meterle en la cárcel.
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