Elder Scrolls
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N letterunca fui alguien dado a escribir sobre mi vida. Los sacerdotes-reyes de antaño merecen que se cuente su historia, pero Drokt es un simple hombre. Así que esto no es un diario y no voy a contar aquí ninguna historia. Pero esta máquina infernal se ha abierto paso dentro de mi cabeza y no me iré hasta que la entienda.

Todo este artilugio está más parado que un horker muerto si no tiene la caja. Colocar la caja en el agujero hizo que todo cobrase vida.

Cinco anillos, ¿pero solo cuatro botones? La mayoría de ellos ni siquiera funcionan la mayor parte del tiempo por algún motivo. Cuando las luces están alineadas, se abren otros más, pero no parecen servir de ayuda. Solo hacen que otra maldita cosa se mueva.

El viejo khajiita pulgoso que me vendió este cubo dijo algo de que "la luz que cruza el conocimiento que cruza la máquina descansa en el cubo". Lo recuerdo porque me hizo repetírselo hasta que tuve ganas de retorcerle el pescuezo.

Así que eso fue lo que hice.

Intenté marcharme, pero hay lobos arriba y monstruos sin ojos fuera de la torre. Tengo que quedarme aquí hasta que resuelva esto.

Y lo resolveré.
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