Elder Scrolls
Advertisement

D letteriario de Mirtil Angoth


Traducido de un texto en falmer
por
Calcelmo de Markarth
4 de Estrella vespertina


Al igual que mi padre, yo solía soñar con batallas. Había empezado a enseñarme a luchar desde que fui capaz de empuñar un filo. Mamá decía que yo era demasiado joven, pero él no le hacía caso. Aún recuerdo el júbilo que sentí la primera vez que derroté a mi padre en un combate, y la mirada de orgullo en su cara. De haber sido por él, sé que me habría dejado ir a la batalla. Conmigo a su lado, habría corrido mejor suerte. Ahora, con mi padre muerto, como tantos otros, los ancianos dicen que nos quedan muy pocos guerreros para proseguir la lucha. No he sido el único joven en protestar, pero nadie ha prestado atención a nuestra escasa voz. Se ha decidido que debemos huir en busca de refugio y protección.



8 de Estrella vespertina


Nos han llegado noticias de que el gran príncipe Nieve ha caído en combate. La premura de escondernos ha dispersado a muchos de los nuestros, y los que siguen juntos no saben muy bien qué dirección tomar. En las largas horas nocturnas nos acurrucamos juntos, siempre temiendo lo peor hasta que llega la primera luz del bendito sol. Que Auri-El guíe nuestros pasos.



13 de Estrella vespertina


Por la noche, he oído a los ancianos susurrarse secretos de los subterráneos y de los dwemer que allí habitan. Me he acordado de las historias que mi padre me contó una vez de esos enanos, cuentos heroicos de honor y de gloria. Los ancianos deben de conocer esas historias, porque han decidido que cambiemos el rumbo al romper el alba. Tengo muchas esperanzas de que los dwemer nos ayuden a vengar a los caídos y a recuperar nuestra tierra.
Advertisement