Día 14
Sabía que me debía haber presentado antes voluntario para las excavaciones. Durante meses, Moric no ha dejado de informar a los vigilantes de que detectaba energías mágicas en lo más profundo de las montañas del este. Dice que ha descubierto algunos libros antiguos sobre las ruinas de "Ruunvald", o algo así, una cámara nórdica de hace miles de años. Recuerdo haber pensado "Sí, claro, si es tan antigua, ¿cómo es que nadie la ha descubierto ya? Hay un montón de aventureros merodeando por ahí".
Parecía que la mayoría de vigilantes estábamos de acuerdo, teníamos cosas más importantes que hacer. Pero Moric cogió un equipo y se puso a excavar y, cuando empezó a descubrir un templo que llevaba mucho tiempo enterrado, bueno, me sentí como un trol en un estercolero.
Muy pronto, ya estaba enviando cartas al Salón, pidiéndonos todos los hombres que le pudiéramos enviar. Al principio, no me ofrecí; aún me parecía un mito. Pero cuando se corrió la voz de que habían dado con la cámara principal, hice el equipaje y me fui a ayudar. Siempre había querido formar parte de la historia, y más vale tarde que nunca, decían.
Bueno, lo que no dijeron es que a los últimos que llegaran les caerían los deberes de vigilancia. Así que aquí estoy sentado todo el día, por si aparecen lobos o bandidos, aunque nunca se ha visto ninguno por aquí. Lo que más veo son cavadores, que aparecen en busca de víveres. Ahora que lo pienso, cada vez los veo menos...
Día 19
Muy bien, ya han pasado tres días desde que apareciera alguien. El último en salir fue Apa, y caminaba con una extraña mirada vacía. Dijo que Florencio y yo deberíamos bajar en cuanto tuviéramos ocasión, y volvió a desaparecer, caminando pesadamente.
Hay algo que no marcha bien, y pretendo averiguar el qué...
- Volk