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- Aguja Atormentada, Páramo de Piedra.
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Anónimo
¿Alguna vez pagaste una suma considerable por una espada y, en cuanto llegaste a casa y la probaste, la hoja salió volando? ¡Seguro que te pusiste furioso! Y probablemente regresaste al mercado en busca de ese bastardo elocuente que te convenció de que era mágica, solo para encontrar su puesto vacío.
Lo sé porque le compraste esa arma a alguien como yo.
Así es, solía vender la mercancía de peor calidad que podía conseguir a personas como tú. Compraba los fracasos de los aprendices, buscaba reliquias oxidadas en las casas de empeños y me lucraba con aquellos que no tenían mucho más que grandes sueños de convertirse en héroes. Esos días han quedado atrás. Obré mal y deseo enmendarlo, así que voy a armarte con un poco de conocimiento.
El mejor consejo que puedo darte es que le compres tu arma a un herrero de confianza. Aunque no parezca gran cosa, tampoco necesitas que sea elegante. He vendido carretadas de armas gigantescas de dos manos a jóvenes ingenuos, pero es preferible empezar por algo razonable, como un arma sólida y sencilla de una mano. Un guerrero solo es tan bueno como su arma y no aprenderás nada con una que se vaya a romper.
Si insistes en visitar los puestos de mercado, asegúrate de probar el arma antes de comprarla. Asesta unos buenos tajos a un poste cercano. Si el mercader no te permite cogerla y recurre a un sinfín de excusas, sabrás que oculta algo.
A mí se me da bien distraer a los clientes con movimientos elegantes o historias sensibleras. Te sorprendería saber lo fácil que es convencer a alguien contándole que me afecta tanto saber lo mal que lo está pasando la pobre viuda del noble caballero que voy a entregarle todo el dinero que obtenga de la venta de la vieja espada de su difunto esposo, pues mi único deseo es ayudar a una dulce anciana que no puede acercarse al mercado por sus propios medios.
No te dejes engañar. Ignora sus palabras, coge el arma y comprueba si hay marcas de óxido disimuladas con pintura. Examina la empuñadura con atención, en busca de restos de adhesivos allí donde el metal entra en contacto con otros materiales. Evita las armas ostentosas decoradas con piedras preciosas, puesto que lo más probable es que no seas capaz de diferenciar entre una gema y un trozo de cristal. Los mejores estafadores poseen ciertos conocimientos de magia de ilusión, así que sé escéptico con las supuestas propiedades mágicas y asegúrate de examinar el objeto durante varios minutos.
Ahora ya deberías saber lo suficiente como para saber qué arma de una mano buscar, así que espero que no te dejes engañar. Lamento haber estafado a tantas personas en el pasado y te deseo la mejor de las suertes en el mercado y en tu entrenamiento.
Apariciones[]
- The Elder Scrolls Online (primera aparición).