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Localizaciones[]
- Huerto de Huesos, Bosque Graht.
Contenido[]
Muchos años antes de nuestro tiempo, y muchos más antes del vuestro, grandes criaturas recorrieron la superficie de Nirn. ¿De dónde vinieron? Nadie lo sabe. Tras un tiempo se desvanecieron, esfumándose a los recónditos confines del mundo. Todas, salvo una.
Una gran bestia hecha completamente de huesos que ahondó un sendero de temor en el suelo, nombrada el Destructor por aquellos que sobrevivieron su paso. Nadie conoce dónde fue o cual era su objetivo, pero todos saben de las tierras que desoló en su despertar.
Se dice que la llegada del Destructor podía sentirse por los temblores de la tierra un día antes de su llegada. Cuando llegaba a algún lugar, la gran bestia destruía muros y derrumbaba edificios. Los acantilados se convertían en tierra suelta por los grandes terremotos que provocaba, y muchas casas de vaina habitables se hundían bajo el peso de sus huesos. Y fue así hasta que encontró un humano o mer que pudiera responder su pregunta.
Pues el Destructor siempre interrogaba a sus víctimas. Los viejos relatos de esas víctimas afirman que siempre hacía variantes de la misma pregunta: «¿Dónde están los viejos huesos?». Los más astutos de los interrogados darían una dirección convenientemente menos destructiva, alejada de sus hogares.
Mientras el Destructor buscaba, evidentemente en vano, sus preguntas cambiaban. Cuando se acercaba el fin de su devastación, siempre decía: «¿Puedo dormir aquí? No he dormido en un largo tiempo».
Solo ha habido una persona que respondiese «sí» a esa pregunta, la thane silvestre de Falinesti, la Ciudad Errante. A sabiendas de que Falinesti pronto se movería a su punto invernal en Punta Sur, convenció al Destructor de que durmiera bajo las ramas del Páramo de la Arboleda, un huerto conocido por su abundancia de murciélagos.
Allí, los sacerdotes de Y'ffre plantaron una semilla bendita en el cráneo de la gran bestia mientras dormía. De la semilla pronto nació un brote, el brote se convirtió en un gran árbol y el gran árbol se convirtió en el Túmulo de Ramas. Los huesos no se han movido desde entonces.
Años después del descanso eterno del Destructor, se han desenterrado en ocasiones antiguos huesos en todo Bosque Valen. Dichos restos son llevados a Páramo de la Arboleda, ahora conocido como el «Huerto de Huesos», con la esperanza de que permanezcan allí para siempre.
Esta tradición se ha extendido por todo Bosque Valen. Los bosmer de todas partes entierran los huesos de sus seres amados bajo la sombra del Túmulo de Ramas, donde se cree que Y'ffre les dará a los difuntos su bendición y un descanso eterno.
Apariciones[]
- The Elder Scrolls Online (primera aparición).