Convencido de que este mito tiene su origen en la historia, partí para descubrir todo lo que pudiera y quizás recabar un relato de los acontecimientos que originaron la leyenda.
Quienes mejor recuerdan esta historia son los chamanes de los skaal, esa tribu única de nórdicos cuya cultura ha evolucionado por un camino completamente diferente al de sus parientes de Skyrim.
Hablé largo y tendido con el chamán de la aldea Skaal, un hombre sabio y hospitalario llamado Breigr Luna Invernal. Me describió una época muy antigua en la que los dragones gobernaban todo el mundo y eran considerados dioses por los hombres. Los sacerdotes dragones presidían el culto de los dragones; eran unos magos poderosos que hablaban el idioma dracónico y podían invocar el poder del Thu'um, o la Voz.
Según la leyenda, uno de aquellos sacerdotes dragones fue seducido por un espíritu oscuro llamado Herma-Mora, una inconfundible analogía con el príncipe daédrico Hermaeus Mora. Atraído por sus promesas de poder, este traicionero sacerdote se confabuló contra su señor dragón.
Uno de sus contemporáneos, otro sacerdote dragón que la leyenda ha dado en llamar Guardián, descubrió los planes del Traidor. Los dos libraron una batalla increíble que se prolongó durante días, invocando terribles energías arcanas y gritos del Thu'um uno a otro.
Tan poderosas y terribles fueron las fuerzas que se desataron en este enfrentamiento que Solstheim se separó del continente de Skyrim. Aquí resulta evidente que el mito se adentra en el terreno de la fantasía.
Al final, el Guardián, a quien la leyenda presenta como la personificación de la lealtad y la nobleza, logró derrotar al despreciable Traidor, que parece representar todos los aspectos corruptos y malvados del hombre. Su duelo épico es una clara representación de una lucha mayor entre el bien y el mal. Quizás esta característica atemporal es la que ha mantenido viva la leyenda durante tanto tiempo.
A diferencia de muchos mitos similares, la historia del Guardián y del Traidor no tiene un final heroico. Herma-Mora se lleva al Traidor justo cuando el Guardián estaba a punto de lanzar el golpe de gracia.
Los dragones nombran al Guardián gobernante de Solstheim, pero antes debe jurar que velará por si el Traidor regresa. Su reinado fue, según todas las fuentes, una época de paz y prosperidad para los isleños, que todavía lo recuerdan como un líder sabio y justo.
No existe ninguna mención posterior del Traidor, pero tampoco se cree que haya muerto. La leyenda termina con una nota de aviso para los habitantes de Solstheim, los herederos del Guardián, que deben ser precavidos para que no regrese la influencia oscura de Herma-Mora, o incluso el propio traidor.
Aunque ahora no existen pruebas físicas en Solstheim que sugieran la existencia del culto dracónico, no es difícil creer algo así haya florecido aquí en el pasado. Quizás alguna tumba oculta con la historia verdadera de esta leyenda esté esperando ser descubierta...
Existen otros indicios tentadores, aunque quizás estas conexiones rebasen la frontera de la credibilidad. Por ejemplo, ¿es posible que la deidad de los skaal, el Creador, sea un eco distante del poderoso Alduin, el Devorador de Mundos del antiguo panteón nórdico?
Quizás no, pero lo que sin duda es cierto es que la historia de Solstheim está plagada de preguntas sin respuesta. Quizás las generaciones futuras desvelen el misterio y revelen la verdad acerca del origen de los skaal y la identidad del Guardián y del Traidor.