Localizaciones[]
Dragonborn[]
- Casa de Glover Mallory, Roca del Cuervo.
- Cueva del tatabro.
- Gran salón, Aldea Skaal.
- Tel Mithryn.
- Túmulo de Kolbjorn.
Online[]
- Fortaleza de Tal'Deic, Deshaan.
Contenido[]
En los días anteriores a todo recuerdo, cuando los hombres caminaron por primera vez por las tierras de Skyrim, apareció en la ciudad de Saarthal un gran encantador. Ya de niño, su don para la magia y el artificio resultó evidente para sus tutores. De hombre, los superó a todos. Y al descubrir que no le quedaba nada que aprender entre los suyos, dejó a su mujer y a su hijo, y fue a entrenarse con los maestros elfos.
Pasó un año, y pasaron dos, y pasaron tres. Y cuando su camino al fin lo condujo de vuelta a Saarthal, solo encontró ruinas, porque los elfos habían saqueado la ciudad y todos los que vivieran ahí estaban muertos o habían desaparecido. Entre las cenizas, sobre las ruinas humeantes de su hogar, pronunció un terrible juramento de venganza. Y de ahí proviene el nombre que le dan en las leyendas: Ahzidal, el destructor resentido.
Solo, no podía hacer nada. Y así dedicó su tiempo a ahondar más en su arte de lo que nadie había hecho antes. De los dwemer aprendió las siete naturalezas del metal y cómo armonizarlas. De los ayleid, las antiguas runas y magia de los albores que hasta los elfos habían empezado a olvidar. Viajó entre los falmer y los chimer y los altmer, sacando lo que podía de cada uno dellos, y mientras tanto tramando cómo podría volver sus conocimientos contra ellos.
Al fin, oyó hablar de Ysgramor y sus compañeros, recién llegados de Atmora. Durante tres días y sus noches cabalgó hacia el norte y se encontró con ellos cuando recalaban en la gélida costa, cerca de las ruinas de Saarthal, que los elfos habían fortificado contra ellos. Ofreció sus servicios a los Compañeros y también todo lo que había producido en sus años de trabajos. Y mediante el acero atmorano imbuido de sus encantamientos, los elfos cayeron ante ellos y por fin pudo cobrarse su venganza.
Pero no quedó contento. Su oficio se había convertido en su vida, y su avidez de conocimientos aún lo corroía, obligándolo a profundizar más y más. Finalmente, agotó el saber de los elfos, pero eso no le bastó. Buscó los secretos de las runas de los dragones y se ganó un puesto entre los sumos sacerdotes, pero eso no le bastó. Por último, volvió la mirada a los planos de Oblivion y ahí encontró tanto el poder como la locura.
Algunos dicen que se aventuró allí para no volver nunca más. Otros, que sus compañeros, los sacerdotes dragones, lo traicionaron y mataron o lo obligaron a esconderse bajo las ruinas de su amada Saarthal. Entre los skaal de Solstheim se dice que huyó a su isla y que lo encerraron en las profundidades del túmulo de Kolbjorn, junto a la última de sus reliquias.
Pero así es esta historia, y así la cuentan los bardos de Hibernalia. Sea cual sea la verdad, la leyenda de Ahzidal se pensó como un aviso para todos: en la búsqueda de la perfección, uno debe tener cuidado para que esta no consuma todo lo demás.
Apariciones[]
- The Elder Scrolls V: Dragonborn (primera aparición).
- The Elder Scrolls Online.