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A letterrquitectura y diseños
D letterejadme comenzar corrigiendo una idea errónea que está muy extendida. El término correcto que hay que utilizar para referirse a la antigua raza perdida de Tamriel es "dwemer". Es una palabra cuyo significado se traduce más o menos como "pueblo de las profundidades" en la lengua común, y cuyo uso se ha visto sustituido por la denominación más extendida, "enanos". Me gustaría dejar claro que usaré la palabra "enanos" en lugar de un término más preciso como muestra de simpatía por mis lectores, de los que no puedo esperar que tengan en su haber la preparación académica que mis 200 años de estudio me han concedido.

Una vez aclarado ese pequeño detalle, comencemos nuestra discusión sobre los enanos centrándonos en los artefactos indiscutibles que han dejado detrás: sus diseños arquitectónicos y culturales. Al contrario que las áreas más polémicas de estudios sobre los enanos, la construcción de las ciudades y reliquias enanas está bien fundamentada debido a la abundancia de muestras recogidas en las ruinas que este pueblo ha dejado atrás. Mi propia ciudad de origen, Markarth, era originariamente una de tales ruinas, y puedo afirmar desde la experiencia de primera mano que todos los diseños enanos comparten una serie de principios comunes que podemos emplear para determinar qué artefactos son auténticos y cuáles son falsos, y definir patrones y metodologías que fueron importantes para sus artesanos.

Lo primero de todo es que podemos afirmar sin duda alguna que los artesanos enanos tenían preferencia por la piedra, al menos en lo que concierne a sus edificaciones. Esto no es ninguna sorpresa. Con notables excepciones, la inmensa mayoría de construcciones enanas se encuentra bajo tierra o en el interior de una montaña. Es posible, aunque solo de forma teórica, que los enanos dominasen primero la mampostería como raza muy pronto, y se añadiesen ejemplos posteriores de trabajo con metal a diseños de piedra muy anteriores al ir dominando los enanos el uso de herramientas más complejas. Independientemente de eso, los cimientos de todas las ruinas enanas conocidas están hechos de piedra, y la estructura de la mampostería enana es aguda, angulosa y de naturaleza intensamente matemática.

Realizando un simple cómputo, vemos que hay cientos, y puede que miles, de muestras de edificaciones enanas creadas con formas cuadradas precisas, y muchos menos ejemplos de mampostería discretamente redondeada o curva, lo que nos lleva a creer que los primeros enanos daban preferencia a diseños sobradamente probados y bien calculados que se basaban en líneas angulosas, antes que utilizar cálculos más imprecisos y arriesgados basados en arcos o líneas curvas. Esta tradición comparativamente simple de tallar la piedra desembocó no obstante en la creación de edificios que son tan firmes estructuralmente como lo fueron hace miles de años, convirtiendo las obras de nuestros mamposteros más hábiles de hoy en un juego de niños en comparación.

Por lo que sabemos, la metalurgia era el método primario utilizado para toda la artesanía enana. Sin embargo, tampoco podemos eliminar materiales más fácilmente destructibles como la arcilla, el papel y el cristal de la ecuación de la artesanía enana, pero dada la tendencia del diseño enano a favorecer lo duradero sobre lo frágil, podemos asumir con bastante seguridad que tenían una clara preferencia por el metal. Y el metal utilizado en todas las reliquias enanas descubiertas hasta el momento es enteramente específico de su cultura.

Ninguna otra raza ha podido replicar el proceso que utilizaban para crear el metal enano. Aunque es fácil confundirlo con el bronce, y de hecho muchos falsificadores de materiales enanos utilizan el bronce para crear sus réplicas, se trata decididamente de un tipo distinto y muy específico de metal. He presenciado personalmente los intentos de metalurgistas que intentaron combinar varios tipos distintos de acero junto con minerales comunes o infrecuentes con la intención de imitar las propiedades exclusivas del metal enano, pero el único método que ha tenido éxito ha sido fundir trozos de metal enano ya existentes y partir de ahí.
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