Los Fuegos de dragón son un regalo de Akatosh a los habitantes de Tamriel para proteger Nirn de las amenazas de Oblivion. Se dice que provienen de un puñado de sangre del mismo Akatosh, al ser prendida por él, y son custodiados en el Brasero Sublime del Templo del Único de la Ciudad Imperial. Están íntimamente ligados al poder imperial y el Amuleto de Reyes, ya que cuando muere un emperador, estos se irán apagando, y se necesita a un nuevo emperador con Sangre de Dragón y el Amuleto de Reyes para renovarlos. Este hecho los hace también un objetivo prioritario de los daedra y sus aliados cada vez que quieren atacar Nirn. Mientras están encendidos, ningún daedra puede permanecer en Nirn mucho tiempo ni se pueden abrir portales a Oblivion.
Historia[]
Fue un regalo de Akatosh a Santa Alessia en la Primera Era[1] para proteger a la humanidad. Desde entonces se han mantenido encendidos excepto en dos ocasiones, lo que llevó a grandes crisis: una fue la Fusión de planos provocada por Molag Bal en el 582 SE, y la otra la Crisis de Oblivion de Mehrunes Dagon en el 433 TE.
Segunda Era[]
En el 576 SE, Varen Aquilarios consiguió destronar a los emperadores Longhouse, proclamándose a sí mismo emperador. Sin embargo, no tenía Sangre de Dragón, y aunque era apreciado por sus súbditos pensaba que era un requisito indispensable; por ello, buscó consejo en sus compañeros, lo que uno de ellos, Mannimarco, aprovechó para manipularlo. De este modo, Mannimarco le habló de un ritual para obtener la Sangre de Dragón, lo que implicaría el Amuleto de Reyes y los Fuegos de dragón. Una vez hubieron encontrado el Amuleto de Reyes dieron comienzo al ritual, pero este resultó una estratagema de Mannimarco para apagar los Fuegos de dragón y romper la barrera que separaba Nirn de Oblivion. Esto provocó el Estallido de almas e hizo desaparecer al emperador Varen, al mismo tiempo que daba comienzo la Fusión de planos de Molag Bal, ayudado por la Orden del Gusano Negro de Mannimarco.
Un héroe conocido como el Vestigio consiguió poner freno al plan de Molag Bal de destruir el Brasero Sublime para que los Fuegos de dragón no pudieran volver a ser encendidos, salvando así la Ciudad Imperial y poniendo los cimientos para la resolución de la crisis de la Fusión de planos.
Tercera Era[]
En la Tercera Era los sectarios del Amanecer Mítico, una secta de adoradores de Mehrunes Dagon, asesinaron al emperador Uriel Septim VII y toda su descendencia conocida. Por fortuna, el emperador había tenido un hijo bastardo que había escapado al conocimiento público y se había convertido en monje en Kvatch. El Héroe de Kvatch fue en su busca y logró ponerle a salvo primero, para organizar la resistencia contra la invasión daedra después. Finalmente, Martin se sacrificó para luchar contra Mehrunes Dagon transformado en Avatar de Akatosh y encender los Fuegos de dragón de nuevo.
Apariciones[]
- The Elder Scrolls IV: Oblivion (primera aparición).
- The Elder Scrolls Online.