Gauldur era un poderoso mago bretón que vivió durante la Primera Era. Fue casi borrado de los anales de la historia por el Rey Supremo Harald.
Historia[]
Como Archimago al comienzo de la Primera Era, Gauldur era sabio, rico, poderoso y honorable, tanto es así que fue venerado en todo el norte e incluso los hombres más poderosos de su tiempo vinieron a escuchar sus sabias palabras. Tuvo tres hijos: Jyrik, Mikrul y Sigdis, que estaban nublados por la sombra de su padre y como resultado, crecieron resentidos y crueles, deseando el poder y el prestigio de su padre. Jyrik, el mayor de sus hijos, descubrió que el poder de Gauldur provino del amuleto que llevaba en todo momento. Él y sus hermanos conspiraron para matar a su padre y tras eso, se dividió el amuleto y su poder.
Los hijos de Gauldur tenían por fin el poder que buscaban, pero eran hombres malos, crueles y usaron su nuevo poder para masacrar a los pueblos cercanos. Así extensa fue la destrucción que el Rey supremo Harald envió una compañía de magos de batalla liderados por el Archimago Geirmund para destruirlos. Una gran batalla se libró, y los hermanos fueron derrotados y obligados a huir del campo de batalla. Geirmund los persiguió y los mató, aunque dio su vida para derrotar al último de los hermanos en un duelo. Los fragmentos del amuleto mágico fueron sellados, junto con cada hermano en el lugar que fueron derrotados. Una vez que todos los muertos habían sido enterrados y el amuleto sellado, el Rey supremo ordenó que todos los registros de Gauldur y sus hijos fuesen destruidos, para sellar para siempre lejos el poder del amuleto.
Misiones relacionadas[]
Curiosidades[]
- Aunque era bretón, sus hijos tienen nombres nórdicos.