ulianos, justo y sabio!
Soy Alessia Ottus y me complace presentar esta breve aunque completa introducción a Skingrad.
La región de Skingrad destaca por sus vinos, tomates y quesos. La ciudad, en sí, es una de las más limpias, seguras y prósperas de todo Cyrodiil. Situada en pleno corazón de las tierras altas del Bosque del Oeste, Skingrad brilla con luz propia en la Vieja Colovia, y muestra un perfecto dechado de las virtudes colovianas: independencia, trabajo duro y tenacidad.
Skingrad se divide en tres distritos: el castillo, la parte alta de la ciudad y la capilla. Una senda en dirección este-oeste discurre bajo los muros y puentes de la parte alta de la ciudad. Tanto los gremios como la Posada Bosque del Oeste se encuentran en la zona occidental de la parte alta de la ciudad, mientras que la mayoría de las tiendas y las moradas de la clase alta se distribuyen a ambos lados de la calzada norte. Al sur de la ciudad se divisa la capilla en la zona oriental, la posada Las Dos Hermanas en la calle central y otras viviendas más modestas y humildes por el resto del distrito. Varios portones y puentes cruzan la vía que conecta la parte alta de la ciudad con la capilla. El castillo de Skingrad está algo apartado y se eleva sobre una loma situada al sureste. Se puede llegar hasta él siguiendo la senda que parte desde el portón oriental.
Janus Hassildor, conde de Skingrad, ha gobernado la ciudad durante muchos años y cuenta con una gran reputación por sus dotes como mago. Receloso de su intimidad, no suele conceder audiencias. También hay que señalar que descuida sus obligaciones en la capilla y no muestra devoción por los nueve divinos. Y ¿cómo va a aprender la gente maneras cívicas si su propio soberano no las respeta? A pesar de todo, se trata de una persona querida y admirada por su gente y Skingrad es todo un modelo de bien hacer y orden público. Apenas hay delincuencia y se ven pocos borrachos y jugadores. Además, sus vinos y quesos tienen gran fama en todo Tamriel, sólo hay que ver sus altos precios.
Skingrad cuenta con dos posadas. La posada Las Dos Hermanas está regido por dos orcos. Doy fe de que el establecimiento está limpio y adecentado. Tampoco parece haber peleas ni demostraciones públicas de embriaguez. La otra posada la lleva una agradable mujer imperial. Ninguno de los dueños hace acto de presencia en la capilla de Julianos, por lo que no sé por cuál de ellos decantarme a la hora de aconsejar a los viajeros un buen sitio para comer y alojarse.
De lo que sí estoy segura, es de que tienen que probar los deliciosos dulces de Salmo el panadero, en el distrito de la capilla. Están realmente deliciosos. Respecto a donde degustar las riquísimas especialidades de Skingrad, sus quesos y tomates, debo dejarlo a elección del visitante. El vino de Skingrad es otro cantar. La bebida sólo produce alborotos y de ahí al pecado tan sólo hay un paso, así que estoy segura de que al lector no le interesará lo más mínimo.
El Gremio de Magos no destaca de entre los demás. El Gremio de Luchadores, sin embargo, emplea unas tácticas infalibles para la caza de trasgos, un servicio muy útil para viajeros que vayan a adentrarse en el Bosque del Oeste. Casi me dio un patatús, sin embargo, al enterarme de que el herrero se llama a sí mismo Agnete la beoda. ¡Además de enorgullecerse de ese bochornoso comportamiento encima tiene otros vicios! ¡Es intolerable!
¡Qué Los Nueve Divinos estén siempre en nuestros corazones!