CONSERVACIÓN DE LAS TIERRAS SALVAJES: BOSQUE VALEN[]
El gran bosque al suroeste del continente ha servido, durante mucho tiempo, de amortiguador entre las ambiciones de los humanos de Cyrodiil y los elfos de Estivalia. Un mar de un verde infinito, un laberinto de follaje con ciudades medio ocultas que florecen como capullos en flor, el hogar de los bosmer es el jardín de Tamriel.
Historia[]
La historia de Bosque Valen se remonta a los comienzos de la historia: la fecha utilizada tradicionalmente para marcar el comienzo de la Primera Era es la fundación de la Dinastía Camoran por el rey Eplear de Bosque Valen.
La historia de la tierra, por supuesto, comenzó mucho antes de la Primera Era. Antes de que los hombres o los mer llegaran a Bosque Valen, el bosque era un revoltijo de criaturas y civilizaciones extrañas. Centauros, hipogrifos, sátiros, minotauros, gigantes, basiliscos, hadas, hidras y simios inteligentes, todas estas criaturas florecieron allí antes de que los primeros aldmeri tocaran tierra en sus orillas. De hecho, el primer desafío al que se enfrentaron los aldmeri fue pasar de presa a depredador en la intrincada jerarquía de la vida en el bosque. Cuando los aldmer comenzaron a cambiar su forma de vida para aclimatarse a su nuevo entorno, adaptándose al bosque en cuerpo y alma, se convirtieron en los bosmer. A cambio de la ayuda de Y'ffre, dios del bosque (uno de los antiguos espíritus de los antepasados o un elemento del autentico panteón), juraron que nunca matarían, dañarían ni comerían la vegetación de su nuevo hogar.
El éxito de Eplear en su intento por unir a los bosmer, salvajes por naturaleza, debe considerarse una de las más grandes hazañas militares de la historia de Tamriel. La dinastía Camoran era, en sí misma, una bestia muy diferente a los imperios humanos que también se alzaron en la Primera Era. En los bosques, después de todo, la diversidad era la ley, y los bosmer dieron la bienvenida a los esclavos fugitivos de los ayleids, y después a los ayleids que huían de la rebelión Alessiana, y, por último, al nuevo Imperio, formando un tratado comercial en 340 PE con hombres que acababan de deshacerse del brutal yugo ayleid.
Pero el tratado duró poco tiempo, y la hostilidad fue creciendo entre la Dinastía y el Imperio, conforme se iban extendiendo las enseñanzas del profeta Marukh. Uno de los principales seguidores de Marukh, el rey nórdico Borgas, fue víctima de la terrible Caza salvaje de Bosque Valen, cuando viajaba a Cyrodiil para incitar a una guerra conjunta contra los bosmer. Bosque Valen se defendió y, simultáneamente, lanzó un ataque devastador contra sus nuevos enemigos. Skyrim pasaría los próximos cincuenta años sumida en una gran confusión.
Incluso con la disolución eventual de la Reforma Alessiana de Marukh, se siguieron librando batallas en las fronteras de Cyrodiil y Bosque Valen. Cuando la emperatriz Herda mejoró las relaciones con el oeste Coloviano, los ataques se intensificaron, aunque no fue hasta el 2714 PE (tras implacables contiendas y una devastaidora plaga proveniente de la isla de Thras) cuando Bosque Valen cayó en manos del Imperio Cyrodilico. La dinastía Camoran, como entidad, siguió existiendo, pero se redujo su poder. El Imperio, ansioso por asegurarse de que Bosque Valen no se aliaba en contra de sus nuevos conquistadores, le concedió la independencia a cada uno de los señores de la dinastía, de manera que nunca más lucharían juntos contra un enemigo común. Falinesti, Silvenar, Haven, Archen, Raíz de Elden y Corazón del Bosque, pasaron de ser puestos comerciales locales a ser grandes poderes en toda regla.
Durante siglos, los bosmer fueron súbditos obedientes, quizás incluso especialmente leales, del Imperio Cyrodilico. En el ocaso del Imperio Cyrodilico en 430 SE, los Camoranos trataron de reinstaurar su autoridad en los otros reinos, pero se habían distanciado demasiado culturalmente como para poder unirse. Sin ningún otro gran poder capaz de frenar sus ambiciones, comenzaron a pelearse entre sí, los khajiitas por el este, y los colovianos por el norte. Bosque Valen se fue debilitando por sí misma, y no opuso resistencia a las invasiones costeras de los maormer de Pyandonea. Fue necesaria la actuación de otra fuerza exterior para reunificar Bosque Valen: la isla de Estivalia, hogar de los antiguos bosmer.
El reino élfico unificado de Bosque Valen y Estivalia, el Dominio aldmeri, fue el poder más estable en Tamriel hasta la llegada de Tiber Septim. El nuevo gobierno de Bosque Valen se bautizó con el nombre de los Thalmor, un congreso de jefes bosmer y diplomáticos altmer. Aunque no era especialmente popular, el Thalmor resultó ser mejor que el caos de los años anteriores, y resistió hasta ser destruido por los ejércitos de Tiber Septim.
Sabiamente, el emperador permitió que Bosque Valen conservara algunos de los símbolos de su independencia, como los consejos tribales y una figura decorativa del Camoran. Durante doscientos cincuenta años, Bosque Valen estuvo en paz. No se vio afectada por la Guerra de la Isla y la Guerra del Diamante Rojo, que arrasaron otras partes del Imperio. El Imperio utilizaba la provincia cuando le convenía, y cuando no, la descuidaba. Gradualmente, los bosmer comenzaron a sentir resentimiento hacia una autoridad que cada vez les era más ajena, una base perfecta para gestar el terror que estaba germinando.
En el año 249 de la Tercera Era, apareció un candidato al trono de los Camoranos y, con aliados mundanales y daédricos, arrasó Bosque Valen, destruyendo a todo el que se interpusiera en su camino. Los bosmer fueron muy lentos a la hora de unirse contra la amenaza; muchos estaban demasiado aterrorizados como para enfrentarse al Usurpador Camorano y otros estaban encantados con su liberación, por violenta que fuera, de lo que veían como el yugo del Imperio. Esta minoría creció a medida que aumentaba el poder del usurpador, y una vez hubo consolidado su poder en Bosque Valen, desvió su atención hacia el norte. Pasaron casi dos décadas de tiranía antes de que Bosque Valen encontrara la fuerza necesaria para deshacerse de la soberanía de Haymon Camoran. Cuando perdió el poder, las conquistas del Usurpador en Colovia y Páramo del Martillo se rebelaron, y su ejército fue destruido en la Bahía de Iliac entre Páramo del Martillo y Roca Alta, en 267 TE.
El Bosque Valen que el Usurpador dejó atrás era una tierra desmembrada. Al no confiar en el apoyo del Imperio ni de Estivalia, ni en la guía de sus líderes locales, el carácter de los bosmer se volvió cada vez más y más aislado. La gente comenzó a abandonar las ciudades, prefiriendo la vida en el bosque y regresando a sus antiguas tradiciones. No es de extrañar que, cuando la provincia dio signo de debilidad, sus vecinos rapaces decidieran atacar.
Ninguna otra provincia sufrió más que Bosque Valen durante el Simulacro Imperial. Como el Imperio no estaba dispuesto a prestarle su ayuda y defenderla, la tierra fue atacada desde el este por Elsweyr y desde el oeste por Isla Estivalia; ambos se apoderaron de porciones considerables de terreno bosmer.
Situación actual[]
La debilidad política de Bosque Valen ha quedado patente durante más de veinte años, y los bosmer parecen haberse resignado a esto. Muchos consideran que la tierra es una mera designación geográfica, sin ningún objetivo político. Si hay orgullo u honor, se limita al ámbito de la familia o el clan. El sentimiento nacionalista, que nunca fue ferviente, parece haber muerto. El consejo tribal no se ha reunido en décadas. Bosque Valen parece ir a la deriva.
Con todo, hay indicios de nuevas fuerzas. La Caza Salvaje ha sido vista por primera vez en más de quinientos años, aunque todavía no está claro con que propósito. Falinesti, la "ciudad andante" de los árboles, ha echado raíces por primera vez en la historia. Ha surgido un nuevo profeta bosmer, conocido sólo como el Precursor, que predica que el viejo dios del bosque Y'ffre va a regresar con nuevos agasajos para su pueblo favorito. Queda por ver si se trata de sucesos aislados, o si son signos de un gran cambio inminente en Bosque Valen.