LA ISLA BENDITA: ALINOR Y LOS HABITANTES DE ESTIVALIA[]
No se trata de una única isla, sino un archipiélago formado por dos islas principales y una docena de islas pequeñas. La tierra de Estivalia es el lugar de nacimiento de la civilización y la magia tal y como se conocen en Tamriel. En sus idílicas orillas acariciadas por el mar viven los altmer, los altos elfos.
Historia[]
Los aldmer, raza predecesora de todos los elfos, llegaron a Tamriel en la antigüedad desde su hogar original en Aldmeris o Antiguo Ehlnofey. No sabemos qué fue lo que precipitó este éxodo, ni sabemos dónde se encuentra Aldmeris, ni si todavía existe. La mayoría de los estudiosos creen que los aldmer se establecieron primero en Estivalia, y después se extendieron por el resto de Tamriel, pero hay algunos indicios que apoyan la teoría de que Estivalia fue sólo uno de los muchos asentamientos iniciales de los primeros aldmer. En cualquier caso, Estivalia se convirtió en uno de los primeros centros de la civilización aldmer, que a lo largo de miles de años se convirtieron en los históricos altmer.
El tiempo ha hecho desparecer a las criaturas y las civilizaciones prehistóricas a las que se enfrentaron estos refugiados de Aldmeris. Nubelia, sobre Eton Nir, la montaña más alta de Estivalia, es sin duda una extraña combinación de estilos arquitectónicos, con edificios en forma de viña, construidos sobre otras estructuras más vetustas. Las ruinas más antiguas en esta zona y en unos cuantos puntos aislados por toda la isla, están hechas de coral, que probablemente se trajo desde el mar atravesando grandes distancias. El material y el estilo de las ruinas sugieren que los sload podrían haber considerado Estivalia como parte de su reino de Thras. Se ofrecen más indicios al respecto en el apartado de esta Guía de bolsillo dedicado a Thras.
El tesoro de la Torre de Cristal y las colecciones privadas de Estivalia presentan indicios de otras criaturas que los primeros aldmer podrían haber conocido en su nuevo hogar, representadas a través de la escultura y los tapices. Algunas de las bestias son sin duda (esperemos…) producto de la imaginación del artista, pero otras aparecen con tanta regularidad, que seguro existieron en algún momento, por extrañas que parezcan. Aunque no han sido vistas por nadie, tienen nombres legendarios: Gheatus, un hombre o un grupo de hombres formados por la misma tierra; los welwa, extrañas bestias sagradas, con cornamenta y dientes salvajes, que aparecen como seres devastadores y salvadores de la tierra; los ilyadi, gigantes más grandes que los árboles, con unos ojos que les cubren la cabeza. En la antigüedad, los aldmer tuvieron que derrotar a estos monstruos ya extinguidos y a otros parecidos.
La antigua sociedad aldmer era agrícola y políticamente igualitaria. Se exportó de Aldmeris un sistema de adoración de antepasados , que trajo con él un espíritu de comunidad que les fue de utilidad a los primeros pobladores de Estivalia. Cuando los aldmer se juntaron para crear la Torre de Cristal, no se trataba de un monumento dedicado a un rey o dios, sino más bien al espíritu del pueblo de los elfos, vivos y muertos. Los muros brillantes de la Torre de Cristal albergan las tumbas de los primeros pobladores aldmeri, conservados eternamente como símbolo perdurable del poder del pueblo durante un breve periodo de tiempo, completamente unificados.
Gradualmente, conforme la sociedad iba creciendo, aumentó la estratificación social. Se empezó a formar una jerarquía de clases, que actualmente se sigue aplicando en gran medida en Estivalia. En la cima están los sabios, maestros y sacerdotes, seguidos de artistas, príncipes, guerreros, terratenientes, mercaderes y trabajadores. Por debajo de los trabajadores están las bestias, como los duendes esclavizados, que los aldmer utilizaban para realizar los trabajos indignos. La religión de la gente también ha cambiado debido a este cambio en la sociedad: los aldmer ya no adoraban a sus propios antepasados, sino a los antepasados de sus "superiores". Auriel, Trinimac, Syrabane y Phynaster son algunos de los muchos espíritus de los antepasados que se convirtieron en dioses. Un grupo de ancianos que se hizo llamar los Psijics, conservadores del antiguo estilo de Aldmeris, se rebeló en contra de esta tendencia. Con sus poderes místicos, lograron establecerse en Artaeum, lejos de lo que consideraban la corrupción de su sociedad. Continuaron regresando a la tierra para hacer de consejeros, pero nunca volvieron a considerar Estivalia su hogar.
Aproximadamente en esta época, muchos aldmer abandonaron Estivalia para establecerse en el continente de Tamriel. Probablemente no había una única razón para justificar este segundo éxodo de los aldmer, pero hay pruebas, como los famosos Tapices Ramoran (los mismos que muestran algunas de las criaturas mencionadas anteriormente) que indican cuan virgen y hermosa consideraban los aldmer la tierra del continente. Expediciones, como las realizadas por Topal el Piloto y por otros, habían dibujado en sus mentes una imagen de una tierra fantástica, donde incluso los trabajadores del más bajo en la jerarquía de Estivalia podían vivir como reyes. El profeta Veloth fue uno de los que lideraron a un grupo de aldmer descontentos, desde Estivalia hasta una nueva tierra prometida.
Según las tradiciones de Estivalia, los aldmer que fueron al continente en busca de libertad se convirtieron en los distintos tipos de elfos de la historia: chimer, bosmer, ayleid. Los que se quedaron pasaron a ser los altmer. Pero ni siquiera en los primeros registros de Estivalia aparecen referencias sobre los orígenes de los dwemer, que ya habían ocupado el noreste de Tamriel cuando llegaron Veloth y su gente.
La historia de la Isla Estivalia en la Primera Era y la mayor parte de la Segunda es muy distante de la del Tamriel continental. El auge y la caída de Imperios, las batallas entre el hombre y los mer, ninguno de estos factores afectaron a los altmer como sociedad. Los conflictos internos entre Vigía Celestial y Primada, y entre Alinor y Lillandril, a menudo desencadenaron guerras en toda regla, pero mucho más letales fueron los repetidos intentos de invasión desde las tierras extranjeras de Thras y Pyandonea.
Los sloads de Thras, como hemos mencionado antes, podrían haber sido pobladores originales de Estivalia, y sus repetidos intentos por hacerse con las islas podrían verse justificados si no fuera por los métodos que utilizaban. Incapaces físicamente de luchar por culpa de su gigantesca cincha, los sload utilizaban magia nigromántica y máquinas infernales para atacar a los altmer. Aunque nunca lograron hacerse con Estivalia, sí que era ese su objetivo, lanzaron el terror sobre el terreno de tal modo que todavía hoy se recuerda: el saqueo de Vigía Celestial en 1301 PE y la Guerra del Uvichil desde 2911 hasta 2917 PE son sin duda de los sucesos más terribles de la historia de Tamriel.
Los maormer de Pyandonea (que se describen más detalladamente en un apartado posterior de esta Guía) eran aún más implacables en sus impulsos por conquistar Estivalia. El cronista apenas logra encontrar un año a lo largo toda la Primera o la Segunda Eras en el que los maormer no devastaran las costas de los altmer. Fue, sin duda, algo terrible, pero obligó a los altmer a crear una gran armada para defenderse y, aun hoy en día, los altos elfos destacan en el combate naval. Hay pueblos en los valles centrales de Estivalia que nunca han visto la batalla, pero en las costas se ha derramado tanta sangre, que es de extrañar que no haya quedado teñida de rojo para siempre.
La formación del Dominio aldmer en la Segunda Era se comenta en el apartado de Bosque Valen, aliado de Estivalia. Para Estivalia, los reyes de Colovia no suponían una amenaza, pero el Dominio les permitió eliminar los puestos de avanzada maormer que se habían establecido a lo largo de la costa occidental del continente. Así, el Dominio prosperó hasta la llegada de Tiber Septim.
Muchos altmer de hoy recuerda la conquista y asimilación de Estivalia al Imperio con un horror que sólo se ha reducido parcialmente con el tiempo. Sin duda, la gente nunca ha recuperado su orgullo. Durante la Guerra de la Isla en 110 TE, los maormer de Pyandonea casi logran conquistar a su antiguo enemigo, y los altmer tuvieron que solicitar a la ayuda de los Psijics y del Imperio para que les asistieran en la defensa. Hace solo veinte años, durante el Simulacro Imperial, (cuando los altmer invadieron Bosque Valen, sus antiguos aliados del Dominio), Estivalia sólo logró capturar una pequeña franja de la costa que en el pasado les perteneció. No es de extrañar que para muchos habitantes de Estivalia, particularmente los jóvenes, haya llegado la hora de reinventar la noción de alto elfo.
Situación actual[]
En los últimos años, Isla Estivalia ha estado en paz con sus vecinos. En apariencia, ha recuperado su estado normal de tranquilidad inalterable. De hecho, los altmer son quizás la sociedad más amargamente dividida del Imperio. La guerra actual en la provincia es una guerra cultural, que tiene sus orígenes en la rendición ante Tiber Septim hace cuatro siglos, que hizo que la sociedad altmer se tambaleara hasta sus cimientos. Aunque en Skyrim y Morrowind se ha derramado más sangre en los últimos años, esta lucha entre lo viejo y lo nuevo podría tener consecuencias finales aún más radicales. Está en juego el futuro de la provincia más antigua del Imperio de Tamriel.
Durante miles de años, los altmer han creído de un modo implícito en su superioridad sobre el resto de razas y culturas de Tamriel, y es posible que, durante gran parte de este tiempo, haya tenido fundamento. Pero tras la incorporación de Estivalia al Imperio, se ha creado una sombra de duda. Tras romperse la insularidad de Estivalia, muchos altmer, especialmente los jóvenes (que entre los altos elfos es un término muy amplio), comenzaron a tener una visión más crítica de la rígida jerarquía de la sociedad altmer y de su estricta xenofobia cultural. Aunque el descontento siempre había estado presente en los extremos de la sociedad altmer, que tradicionalmente se resolvía exiliando a los insatisfechos, por primera vez un porcentaje considerable de altmer comenzaba a reclamar un cambio social.
Esta revolución naciente en la Isla Estivalia ha asumido muchas formas. La más constructiva, sin duda, es la aceptación de la llegada de nuevas culturas y razas, algunas incluso ocupando puestos que un siglo atrás habrían estado prohibidos. La reina de Primada, por ejemplo, es la dunmer Morgiah, hija de Barenziah y hermana del rey de Morrowind, Helseth. Sus hijos, Goranthir y Rinnala, aunque medio altmer, físicamente son totalmente dunmer y son los herederos al trono.
Sin embargo, un lado más oscuro de este movimiento lo encarna un grupo sombrío que se hacen llamar los Hermosos. Los Hermosos, que originalmente era un salón de artistas con la filosofía razonable de que Estivalia debe olvidar su pasado para poder avanzar, se convirtieron en una banda revolucionaria dedicada a la destrucción de los mayores monumentos de la civilización altmer. La Torre de Cristal fue uno de sus primeros objetivos pero, por suerte, los intentos por destruirla han fracasado. Sin embargo, muchas otras grandes esculturas y emblemas del pasado han sido destrozados. Últimamente, los Hermosos han puesto la mirada en símbolos vivos de la Isla, como la realeza de Estivalia. El asesinato, particularmente espeluznante, de la hija del rey de Shimmerene ha horrorizado y enfurecido al público.
Por último, algunos de los jóvenes de Estivalia se están rebelando contra su presente, irónicamente, abrazando el pasado. No se permite que la Sociedad Geográfica Imperial visite la isla de Artaeum para estudiarla y documentarla, pero no hay duda de que la Orden Psijic es cada vez más popular entre los jóvenes, y está dispuesta a explotar esta ventaja. A lo largo de los últimos mil años, sólo entraron en la orden diecisiete nuevos iniciados. Sin embargo, en los últimos dos años han entrado treinta más. Treinta nuevos miembros en una orden podrían no bastar para ser considerada una nueva tendencia, pero para los tradicionales capas grises de Artaeum, esta situación plantea muchas cuestiones. Sin embargo, de momento nadie sabe con certeza cuál es la intención de los Psijics con estas recientes incorporaciones.