La Guerra de Adhesión (también conocida como la Invasión Argoniana) fue una guerra empezada en el 6 de la Cuarta Era y que se libró entre las Grandes Casas de Morrowind y los An-Xileel de la Ciénaga Negra.
Causas[]
Durante siglos, los dunmer de Morrowind habían invadido partes de la Ciénaga Negra (también conocida como Argonia), tomando a los argonianos de sus hogares y convirtiéndolos en esclavos. Esta práctica era realizada principalmente por las Grandes Casas de Morrowind. Debido a esto, muchos Argonianos despreciaban profundamente a los dunmer y por ende, las revueltas de esclavos eran bastante comunes en Morrowind. No fue sino hasta después de la Crisis de Oblivion cuando los argonianos vieron la oportunidad de devolver el golpe a sus antiguos amos. Una facción radical ubicada en la Ciénaga Negra llamada An-Xileel reunió a los ejércitos de su tierra en la lucha contra las hordas daedra. Los ejércitos argonianos fueron advertidos de la próxima crisis por los hist y es por eso que se prepararon antes de que las puertas de Oblivion se abrieran. Lucharon contra los daedra en su propio territorio con tal impacto que los tenientes dremora cerraron las puertas para evitar ser invadidos.[1] Tras el fin de la crisis, los argonianos percibieron que los dunmer estaban debilitados y las cosas empeoraron cuando la Montaña Roja entró en erupción, destruyendo la mayor parte de Morrowind y dejándolos todavía más indefensos, de modo que iniciaron su ofensiva.
La invasión[]
Algunas partes del sur de Morrowind parecen haber sido conquistadas temporalmente por los argonianos, y miles de dunmer fueron asesinados, mientras que otros fueron exiliados. Se les impidió arrasar todo Morrowind gracias a los esfuerzos del ejército Dunmer dominado por Redoran, que había crecido sustancialmente tras la retirada de las tropas del Imperio de la provincia durante la Crisis de Oblivion.[2] Se desconoce si los argonianos retuvieron las regiones invadidas o no, pero El Duelo, que había sido saqueado durante la invasión fue recuperado por los dunmer en el 201 CE [3]
Consecuencias[]
La guerra tuvo un gran impacto en Morrowind, con miles de muertos y la mitad sur de la provincia en poder de los argonianos; sin embargo, los dunmer están reconstruyendo sus ciudades. Muchos dunmer se han visto obligados a huir de su Morrowind natal, dispersándose a través de las otras provincias y países de Tamriel. Generosamente, el rey supremo de Skyrim les cedió la isla de Solstheim, aunque aun a pesar de su nuevo hogar los dunmer todavía necesitaban más lugares. Muchos se dirigieron hacia el noroeste en Skyrim, deteniéndose sobre todo en las ciudades de Riften y Ventalia. Ventalia es el ejemplo más notable, ya que la condición de los refugiados dunmer ha generado mucha controversia con el líder de la rebelión de los Capas de la Tormenta y Jarl de la ciudad, Ulfric, ya que los mantiene dentro de los barrios bajos en el llamado Barrio gris.
La situación actual es confusa y existe poca información sobre lo que planean los An-Xileel en su papel de líderes del nuevo y poderoso Estado Argoniano, que se muestra como uno de los tres grandes poderes de la Tamriel de la CE, rivalizando con el Imperio Mede/Imperio y el Dominio de Aldmer. Lo cierto es que los dunmer, a pesar de frenar el primer ataque, no están en condiciones de sostener una guerra larga, es más, cualquiera pensaría que otro ataque argoniano podría acabar definitivamente con la aniquilación de los elfos, sin embargo, los invasores no han intentado una nueva ofensiva, que hace que descubrir el propósito verdadero de los An-Xileel sea aún más oscuro, o hasta dónde llega el deseo desenfrenado de aniquilar a los dunmer. De lo que si estamos seguros es de que hay venganza de pormedio y un sueño de independencia totalmente justificado, ya que la guerra trajo con sigo exterminios, asesinatos y saqueos; pero finalmente, el fin último de los argonianos es asegurar la soberanía sobre Ciénaga Negra, terminando definitivamente con los abusos que se han cometido en su historia durante muchos siglos.
A modo de recordatorio, en la PE, tras la batalla de Argonia, donde fue derrotado el último ejército de argonianos organizados, el Imperio y los diferentes grupos mer, establecieron zonas de influencia, como cárceles y puertos, así también como muchas compañias extranjeras se dedicaron al comercio de esclavos, cometiéndose grandes injusticias contra los habitantes de Ciénaga Negra. Teniendo en cuenta esto, Akatosh, el Dios dragón del Tiempo, deidad lider de los divinos, contempló la agonía y sufrimiento de su pueblo, los argonianos (creados por él mismo apartir de sangre humana y sangre de Alduin), y les prometió que cuando lograran unirse como nación, no serían derrotados jamás. Esto nos motiva a pensar que los argonianos seguirán ganando terreno como uno de los grupos más influyentes de Tamriel, en el sentido político, económico y militar.