"Hasta muy entrada la noche no llegarán", respondió y, a continuación, comentó su relación con los esclavos de Mehrunes Dagon. Añadió que para Mackkan sería más fácil seguir las huellas del viento y desempeñar una misión irrealizable que luchar contra sus esbirros. A lo que Mackkan respondió:
"De ahora en adelante, vela por tu integridad
y quédate con tu orgullo y bondad;
o el Azote de Malacath, esta maza mía,
se encontrará con tus orejas.
En lo que tardo en gritar 'igualdad',
pese a esos ocho brazos de los que alardeas,
dichos golpes podrían peinar tu cerebro
y despejar tus dudas sobre la muerte".