Nadie sabe realmente cuándo comenzó la historia de los elfos de las nieves, pero la antigua obra "Caída del príncipe Nieve", un relato de la batalla de Moesring según la versión de Lokheim, cronista oficial del jefe Ingjaldr Ojo Blanco, ofrece una vívida descripción de su final.
Según este testimonio presencial, el gran líder falmer conocido únicamente como el príncipe Nieve murió en batalla como un héroe, y fue enterrado con honores por los nórdicos que acabaron con su vida. Los restantes elfos de las nieves se dispersaron o murieron, y nunca más se supo de ellos. O eso fue lo que pensó la gente.
Pero donde termina la historia de los antiguos elfos de las nieves comienza la de los falmer de la actualidad. Porque cuando las huestes de los elfos de las nieves quedaron destruidas aquel aciago día, no se dispersaron simplemente, sino que descendieron hacia las profundidades de la tierra. Pues los falmer buscaron santuario en el más improbable de los lugares: Límite Sombrío, muy por debajo de la superficie de Skyrim, en el legendario dominio de los mismísimos dwemer.
Sí, Límite Sombrío existe. He estado allí, y al contrario que la mayoría de los que han presenciado sus terribles glorias, yo he regresado. Y ahora sé la verdad sobre los falmer.
Tras su derrota ante los nórdicos, los enanos de aquella época aceptaron proteger a los falmer, pero haciéndoles pagar un terrible precio. Puesto que estos dwemer no confiaban en sus invitados, los elfos de las nieves, les obligaron a consumir los hongos tóxicos que crecían en las profundidades. Como consecuencia, los elfos de las nieves quedaron ciegos.
Pronto, los majestuosos elfos de las nieves quedaron indefensos y a merced de los enanos. Se convirtieron en sus sirvientes, y después en sus esclavos. La traición de los dwemer fue tan profunda, tan completa, que convirtieron los hongos en parte esencial de la dieta de los falmer. Eso garantizaba la debilidad no solo de sus esclavos falmer de aquel momento, sino también de sus descendientes. Los elfos de las nieves serían ciegos por los siglos de los siglos.
Pero como ocurre siempre entre amos y esclavos, los falmer finalmente se rebelaron. Varias generaciones después de que buscasen refugio entre los enanos y de experimentar la amarga traición, los falmer se alzaron contra sus opresores. Derrocaron a los enanos y se dirigieron aún más abajo, hasta los confines más profundos y más escondidos de Límite Sombrío.
Década tras década, los dos bandos disputaron un amargo conflicto, una sangrienta contienda con todas las de la ley llamada "la Guerra del Risco" que se desató a grandes profundidades bajo la superficie de Skyrim sin que los nórdicos tuvieran el menor conocimiento, una guerra cuyas batallas y héroes jamás conoceremos. Hasta que un día la guerra concluyó. Pues ese día, los falmer fueron al encuentro de sus enemigos dwemer en el campo de batalla, solo para descubrir que toda la raza había... desaparecido.
Por fin libres de la amenaza de sus señores enanos, los falmer pudieron diseminarse libremente por Límite Sombrío. Sin embargo, los años de contienda con los enanos los habían vuelto sanguinarios y brutales, por lo que, sintiendo la necesidad de conquistar y matar, empezaron a organizar incursiones por el mundo de la superficie.
Y así comenzaron las leyendas sobre criaturas pequeñas, ciegas y similares a los trasgos que se alzaban entre las grietas de la tierra en mitad de la noche para atacar ganado, asaltar a viajeros solitarios o robar bebés que dormían en sus cunas.
En años recientes, sin embargo, los avistamientos de estas criaturas se han vuelto más y más frecuentes; sus asaltos, más organizados; sus ataques, más brutales. De hecho, podríamos llegar a la conclusión de que los falmer están listos para cambiar nuevamente. ¿Será verdad? ¿Los elfos de las nieves del pasado están listos para reclamar su gloria olvidada desde hace tanto? ¿Están listos para salir a la superficie y entablar batalla contra los "moradores de la luz"?
Si eso ocurre, si los falmer realmente planean reconquistar Skyrim, temo un horror al que ni dioses ni hombres podrán enfrentarse.