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Localizaciones[]
Daggerfall[]
- Lugares aleatorios.
Morrowind[]
- Addadshashanammu.
- Capilla imperial de Sadrith Mora, Sadrith Mora.
- Libros raros de Jobasha, Vivec.
Oblivion[]
- Casa de Dareloth, Waterfront.
- Castillo de Skingrad, Skingrad.
- Gremio de Luchadores de Chorrol, Chorrol.
Skyrim[]
- Fuerte Kastav.
- Guarida de Movarth.
- Salón de los Ruiseñores.
Online[]
- Ermita del Gigante Llorón, Refugio de la Tormenta.
Contenido[]
Costumbres y filosofía del consejo serio y leal
Por el maestro del conocimiento Celarus
Los que conocemos los métodos antiguos somos muy conscientes de la existencia de un mundo espiritual invisible para los no iluminados. Del mismo modo que alguien que vive en un reino, pero desconoce sus maquinaciones políticas, puede ver un nuevo impuesto o los preparativos de una batalla como un capricho del destino, muchos observan las inundaciones, las hambrunas y la locura con impotencia e incomprensión. Es deplorable. Como solía decir el gran Cuilean Darnizhaan: «El poder de la ignorancia podría romper el ébano como si de cristal se tratara».
Al fin y al cabo, ¿cuál es el origen de estas fuerzas espirituales que mueven las cuerdas invisibles de Mundus? Cualquier neófito de Arteum sabe que estos espíritus son nuestros ancestros y que, en su día, también les desconcertaban los espíritus de sus ancestros, y así hasta los acharyai originales. Los daedra y los dioses a los que reza el pueblo llano no son más que los espíritus de hombres y mujeres superiores, tan poderosos y apasionados que gozan de una gran influencia desde el más allá.
Esta es nuestra verdad y nuestra religión. Pero ¿cómo nos ayuda en nuestro deber sagrado de seliffrnsae o, dicho de otro modo, ofrecer «consejo serio y leal» a los hombres inferiores?
En primer lugar, podemos comprender fácilmente la necesidad de dotar a los hombres buenos de un gran poder y hacer que los hombres poderosos sean buenos. Reconocemos las múltiples amenazas que representa un tirano fuerte: engendra la crueldad que alimenta al daedra Boethiah y el odio que alimenta a la daedra Vaermina. Si muriera tras haber realizado un acto especialmente malévolo, podría gobernar Oblivion y, lo que es peor, inspirar a otros villanos a ansiar el poder y a otros gobernantes a abrazar la infamia. Sabedores de todo esto, hemos desarrollado una gran paciencia en nuestro trato con tales déspotas. Deberían ser mutilados, humillados, empobrecidos y aprisionados. Otros consejeros pueden defender el asesinato o la guerra, algo que, además de carecer de sentido espiritual, sería costoso y probablemente causaría tanto dolor a los inocentes como un dictador brutal. No, nosotros somos recolectores de información y diplomáticos respetables. No somo revolucionarios.
Entonces, ¿cómo pueden ser «leales» nuestros consejos? Nosotros solo somos leales a los métodos antiguos. Para nosotros, es esencial recordar el mundo espiritual mientras mantenemos los ojos abiertos en el mundo físico. Llevar a cabo los Ritos de Moawita el día 2 de Fuego hogar y el rito de Vigyld el día 1 de Segunda semilla es esencial para potenciar a los espíritus beneficiosos y debilitar a los impuros. Entonces, ¿cómo podemos ser leales a aquellos a quienes aconsejamos y a la isla de Arteum? Seguramente, nadie ha sabido expresarlo mejor que el sabio Taheritae: «En Mundus, el conflicto y la disparidad traen el cambio, que es la más sagrada de las Once Fuerzas. El cambio es la fuerza que carece de enfoque y origen. El deber de un psijic [“Iluminado”] disciplinado es diluir el cambio allá donde traiga codicia, gula, pereza, ignorancia, prejuicio, crueldad... [aquí, Taheritae enumera las 111 Prodigalidades] y fomentar el cambio allá donde traiga excelencia, belleza, felicidad e iluminación. De este modo, el consejo fiel solo tiene un maestro: su mente. Si el hombre al que el psijic aconseja actúa mal, trae el oegnithr [“cambio malo”] y no se deja aconsejar, ese psijic tendrá la obligación de contrarrestar el oegnithr por cualquier medio necesario [quiero hacer énfasis aquí]».
Un estudiante de los métodos antiguos podría aliarse con un señor, pero sería una relación arriesgada. Es necesario insistir en que la elección debe tomarse sabiamente. Si el señor rechaza el sabio consejo y ordena al psijic (para usar el término anticuado de Taheritae) que realice un acto contrario a las enseñanzas de los métodos antiguos, habrá pocas opciones disponibles. El psijic podrá obedecer, aunque de mala gana, y ser presa de las fuerzas oscuras que ha combatido durante toda su vida. El psijic podrá abandonar a su señor, lo que traerá la vergüenza sobre él y la isla de Arteum, y nunca se le permitirá regresar a casa. O el psijic podrá suicidarse.