Marukh el vidente, fue un profeta de la Primera Era, saltó a la fama durante la Dinastía Camoran y llegó a ser apreciado especialmente entre los habitantes de Cyrodiil.
Las enseñanzas de Marukh provocó el masivo movimiento cultural y espiritual conocido como la Orden de Alessia, una teocracia que transformó el Imperio y el continente.
También escribió las doctrinas alessias, que proporcionaron la base de la ley para el Imperio Alessiano y se le atribuye la frase "Todos son culpables hasta que ellos mismos se demuestran inocentes", un concepto cruel según algunos.
El sacerdocio de Marukh no veía diferencia entre las cuestiones espirituales y políticas. Era la religión del Imperio Alessiano y enseñó que resistir al Emperador era resistir a los dioses. Uno de los partidarios principales de Marukh, el Rey Nórdico Borgas, se convirtió en una víctima de la infame cacería salvaje de Bosque Valen, así que viajó a Cyrodiil para instar una guerra conjunta contra los Bosmer.
Los Bretones de la Bahía de Iliac celebran el día de Marukh en la novena de la Segunda semilla. Es una solemne celebración, como corresponde a un profeta igual de solemne.