La mina vacía es una excavación que aparece durante los acontecimientos de The Elder Scrolls IV: Oblivion. Se ubica al este de la Ciudad Imperial, al este del camino del Anillo Rojo, dentro de la región de las Tierras Centrales.
Descripción[]
Es una mazmorra de tamaño mediano, irónicamente, la mina está lejos de estar vacía, puesto que se encuentra infestada de trasgos, sin mencionar la cantidad sorprendente de vetas de plata (un total de 15) de donde se pueden obtener cantidades sustanciales de la pepita del mismo material. La mina se encuentra subdividida en tres zonas: Mina vacía (interior), Mina vacía, túneles; mina vacía, guarida. Desde el exterior es posible ver fácilmente la gran urbe imperial, así como la torre que se encuentra dentro de la Universidad Arcana. A pesar de que crecen muchos pastos propios de la región geográfica, no existen plantas útiles que se pueden utilizar para fabricar pociones en las cercanías.
Interior[]
A pocos pasos de la entrada nos encontraremos con una trampa de cuerda que acciona la caída de tres bolas de pichos, un poco más al frente nos encontraremos un trasgo muerto (que puede tener una ganzúa en el inventario), un gran manchón de sangre y lo que aparenta ser el esqueleto de un antiguo aventurero que murió, aunque de el se puede obtener una espada corta de hierro, y un escudo y casco del mismo material. A partir de aquí, el camino se diverge en dos direcciones, es recomendable seguir primero el camino de la derecha. Este camino conduce a un callejón sin salida, pero que dicha zona alberga un cofre con un botín no despreciable, cerca de ahí está también la primer veta de plata de toda la mina.
Una vez explorada esta sección queda ir por el camino recto, en este camino el héroe atravesará un total de tres habitaciones relativamente pequeñas, obviamente acompañadas de trasgos que las vigilan y más menas de plata (un total de 4) y cofres (2) que saquear. En la última habitación encontraremos a la derecha de donde vinimos, la entrada a la siguiente subzona de la mina.
Mina vacía, túneles[]
Nada más entrar aquí encontraremos un pasillo ancho recto que se divide en dos caminos. En este caso es de nuevo recomendable ir primero por el camino de la derecha, puesto que aquí también seguiremos por un largo pasillo sin salida. En dicho camino el protagonista pasará por un total de tres habitaciones (cada una con un cofre), la última de ellas se encuentra a oscuras, inmersa en una profunda niebla. Una vez explorada esa parte queda volver por nuestros pasos hasta la mitad del trayecto, aquí hay un atajo que nos deja directamente al final de la habitación. Esta es grande en comparación al resto, en esta hay varias columnas de madera que soportan el techo, hay un cofre en el centro del ambiente, así como un total de tres vetas de plata repartidas por todo el sitio. Al final habrá un pasillo que vira a la izquierda y que conduce a la última zona de la mazmorra.
Mina vacía, guarida[]
Al entrar aquí, el héroe verá un gran fuego arder al fondo de la caverna, este se encuentra en un nivel más bajo dentro de la cámara (la cual es gigantesca). Es recomendable primero matar a todos los enemigos que se encuentran allí, de lo contrario verán fácilmente al protagonista y todos se lanzarán a atacarlo. Desde aquí es posible saquear los tres cofres que hay, así como recolectar los numerosos matorrales de hongos funerario (14) y tallos de brizna (26).
Dentro de la gran caverna es posible elegir dos caminos a explorar, ambos conducen a callejones sin salida. El camino de frente a la entrada conduce a un pasillo largo con una veta de plata en uno de sus costados y al final del mismo, una habitación con dos trasgos que custodian un cofre. El camino de la derecha es algo más largo, en su recorrido pasaremos por un total de dos habitaciones, en la primera están las ultimas 3 menas de plata que quedan sin saquear, así como dos cofres con botín aleatorio y dos trasgos que los custodian. En la habitación final solo hay un enemigo y un cofre en la pared del fondo.
Galería[]
Apariciones[]
- The Elder Scrolls IV: Oblivion (primera aparición).