Elder Scrolls
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Artículo principal: Libros (Online)

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  • Observatorio de los astrónomos, Belkarth.

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Por Robier Douare, alquimista

Sarpullidos, malos olores, contagios, hongos... Nada de esto es del agrado de nadie, pero puede evitarse si un guerrero toma las medidas adecuadas. Como experto alquimista con diez años de experiencia en el campo de batalla, he visitado los peores campamentos de guerra y, por ello, he desarrollado diversos métodos para ayudar a reducir los casos de las dolencias más comunes. Si seguís mis consejos, podréis evitar los problemas que muchos soldados simplemente aceptan como parte de la vida del guerrero.

Lo primero y lo principal: bañarse es imprescindible. Sí, bañarse. Es cierto que las oportunidades para hacerlo son escasas, pero en cuanto sea posible tras la marcha o el combate del día, bañarse y aplicarse bálsamo de resina de shalk y semillas de bergamota molidas es un repelente de eficacia probada contra parásitos como los taladra dedos, las pulgas del pasto y los hincha carne. Cualquiera con experiencia en combate sabe que los campamentos de los soldados son criaderos de estas viles criaturas y que no hay mejor remedio que prevenir.

Otro factor importante que se debe considerar es el entorno. Para evitar varias molestias, debéis estar preparados para combatir contra el terreno tanto como contra el enemigo. En viajes por regiones desérticas, aplicaos polvo de lengua de dragón para evitar la irritación por rozaduras. En los pantanos, usad ceras y botas impermeables para mantener los hongos a raya. Recordad que los insectos son portadores de infecciones, así que llevad bálsamos repelentes y pociones para tratar enfermedades comunes. ¡No confiéis en que vuestros superiores os los vayan a proveer!

Si bien mi consejo va destinado a cualquier soldado o aventurero, quiero dedicar unas cuantas palabras a las armaduras de cuero, en particular. Hay quienes tienen reacciones adversas al cuero y son muchos quienes no se dan cuenta de que su armadura puede ser la culpable. Esto es particularmente frecuente con armaduras de netch y cueros elaborados con pieles de osos o gatos sable oriundos de Skyrim (especialmente si aún presentan pelo). Si os entregan vuestra armadura y no os dan elección, llevad siempre una tintura de seta de copa élfica para aplicar en las zonas irritadas.

Con unos simples y económicos preparativos, podréis evitar estos males menores de la guerra y centrar vuestras energías en combatir y marchar sin distracciones. Debéis cuidaros en el campo de batalla. Si no, os espera una experiencia miserable, multiplicada por la fatiga propia de la guerra. ¡Tened cuidado y estad siempre preparados!

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