Elder Scrolls
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una amenaza con un hambre insaciable que azotaba a los viajeros inocentes que solo intentaban volver a su casa. Había jurado darles caza uno a uno y sacarlos de los cielos. Su furia no conocía límites y su grito de guerra resonaba por toda la tierra. Eran los famosos asoladores de acantilados, y tenían que ser destruidos.


En un día especialmente caluroso de Culminación solar, estaba
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