Elder Scrolls
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Como antiguo miembro de la facultad en la Universidad de Gwylim, me interesan los asuntos de pedagogía práctica y he pasado los dos últimos ciclos revisando el plan de estudios del gremio de magos para formar a hechiceros novatos. Este corpus ha ido creciendo gradualmente a lo largo de los siglos y, como resultado, resulta un tanto caótico y desorganizado.

Después de buscar un modelo para reorganizar nuestro material didáctico, encontré el plan de estudios de la academia de Shad Astula, en Morrowind, donde enseñan ocho disciplinas distintas de magia. Aunque las divisiones entre las disciplinas o «escuelas» de magia son bastante arbitrarias, pues la magia es un arte completamente mutable, esta clasificación tiene la ventaja de que proporciona a los estudiantes una estructura que permite comprender con facilidad los fundamentos de la hechicería. La prueba de su valor es el hecho de que los magos principiantes de Shad Astula se gradúan con un conocimiento práctico de la hechicería en la mitad de tiempo que los estudiantes que siguen nuestro programa introductorio.

Por esta razón, propongo que adoptemos las disciplinas de Shad Astula y reorganicemos el programa de estudios del gremio de magos en las siguientes escuelas de magia:

ALQUIMIA: el estudio de las virtudes mágicas de diferentes formas de materia, sus efectos, combinaciones y recombinaciones. Esto incluye la elaboración de pociones, elixires y brebajes mágicos.

ALTERACIÓN: la distorsión de la realidad local a través de la imposición directa de la voluntad del mago. Esto incluye efectos paralizantes, de apertura de cerraduras y aquellos que permiten caminar sobre el agua, así como los escudos personales elementales, como los mantos de llamas.

CONJURACIÓN: la invocación y vinculación de los espíritus de Oblivion o Aetherius. Esto incluye la trampa de almas, los hechizos que conjuran a los daedra y a otras criaturas, los hechizos para desterrarlos, la invocación de armas y armaduras vinculadas, y (para propósitos de clasificación) las artes nigrománticas prohibidas de reanimación, conjuración y manipulación de los no muertos.

DESTRUCCIÓN: la fragmentación de los vínculos materiales mediante la aplicación directa de la fuerza, normalmente de naturaleza elemental. Esto incluye hechizos de fuego, escarcha, descarga y desintegración, así como la magia que drena la esencia o los atributos personales.

ILUSIÓN: alterar la percepción de uno mismo o de otros. Esto incluye hechizos de luz, invisibilidad, miedo, frenesí y silencio, así como la magia que incide en la obediencia y la moral.

MISTICISMO: la clase de hechizos utilizados para alterar la naturaleza de la magia. Esto incluye efectos que disipan o absorben ambos hechizos y la magia que los alimenta, así como la telequinesia (que encaja aquí igual de bien que en cualquier otro lugar).

RESTAURACIÓN: lo contrario a la destrucción; la magia que resiste el daño o restablece la integridad restaurando el material dañado. Esto incluye la custodia y la sanación, la cura de enfermedades y venenos, la fortificación de resistencia y la expulsión de no muertos (un efecto de purificación forzoso).

TAUMATURGIA: una magia que incide en la voluntad y el estado mental personal. Esto incluye conjuros que calman o hechizan a otros, así como los que permiten reflejar o resistir la magia, además de la levitación, que implica el rechazo personal de la gravedad.

Un mago experimentado será capaz de discernir al instante la naturaleza arbitraria de estas divisiones. De hecho, es posible que sea necesario combinar una o más de estas escuelas y asignar sus hechizos a otras categorías. (La Taumaturgia podría ser una buena candidata para esta amalgama, y es posible que el Misticismo también). Sin embargo, estas escuelas parecen funcionar bien en la academia de Shad Astula, de modo que propongo adoptarlas de manera provisional e ir redefiniéndolas con el tiempo.

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