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Artículo principal: Libros (Online)

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  • El señor de la serpiente.

Contenido[]

La serpiente marina o Gran Serpiente fue originada por una maldición lanzada a nuestro clan por no respetar el mar. Nos enteramos de que surgió tras mezclar la sangre de un magnífico pez escamoso que suplicó por su vida a una de nuestras antepasadas, quien no le fue piadosa.

Es nuestro deber evitar que se alce y asegurarnos de que no destruya los barcos que llegan a nuestra tierra ni la propia tierra.

La Gran Serpiente está sedienta de sangre, siendo sangre también lo único que puede sellarla. Aprendimos esto la primera vez que atacó.

Nuestro clan se defendió con audacia y valentía. Su valor no les falló, pero sus cuerpos mortales, pequeños y débiles en las poderosas fauces de la Gran Serpiente, sí lo hicieron. Dicen que el mar se tiñó de rojo en esa lucha y, aun así, la gran serpiente resultó insaciable.

Entonces, Elain dio un paso adelante. Elain era una gran guerrera, pero con su propuesta no fomentó la batalla. «Dejad las armas», dijo.

Al principio, el clan no quiso escuchar, pues consideraban imperativo luchar.

Justo entonces, otro guerrero habló. «Elain tiene razón», dijo Ralos, «solo la vieja magia puede derrotar a la Gran Serpiente».

Con esto, Ralos se refería a la magia de la sangre. Un tercer elfo, Valir, intervino en ese instante: «Es cierto. Anoche soñé que venceríamos a la serpiente, no con cientos de muertes, sino con tres. Vi tres pozos llenos de sangre y a la Gran Serpiente encadenada bajo el mar».

Valir era conocido por ser un profeta, así que el clan escuchó sus palabras. Acordaron un curso de acción. Se hicieron los pozos de sellado, según lo que Valir había visto en el sueño. Elain, Ralos y Valir se ofrecieron como voluntarios para dar sus vidas para sellar la Gran Serpiente.

Hoy en día, nuestro clan vigila esos pozos contra los intrusos que podrían liberar a la serpiente. Los llamamos Elain, Ralos y Valir, y permanecen entre nosotros como centinelas y protectores.

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