Artículo principal: Libros (Online)
Localizaciones[]
- Cruce de los Mártires, Bangkorai.
Contenido[]
Un nórdico, un chimer y un dwemer entraron en un garito.
«¿Qué va a ser, muthseras?», preguntó el tabernero.
«Dame una jarra de aguamiel», dijo el nórdico.
«Tomaré una copa de shein, el mejor que tengas, si no te importa», dijo el chimer.
«Ten la bondad de servirme una infusión de chal, una canica y una aguja de coser cuero», dijo el dwemer.
«¡Vaya!», balbuceó el nórdico. «Por los huesos de Shor, ¡el pequeño bebedor de leche va a jugar a los palillos chinos, pero solo puede coger uno!».
«Al menos no juro por un dios que no solo es imaginario, sino que además está muerto», dijo el dwemer, a medida que el tabernero colocaba los objetos sobre la barra.
«¿Perdona? ¿Cómo?», bramó el nórdico. «¡Debería...!».
«Por la estrella de Azura, ahí te ha dado», dijo el chimer mientras bebía su shein. «Un punto para ti, enano».
«Por otro lado, al menos los nórdicos no creen que sea inteligente rezar a demonios de otros planos», dijo el dwemer dándole vueltas a su chal.
«¡Por Boethiah y Mephala, has ido demasiado lejos!», gimoteó el chimer desenvainando su daga triangular.
«¡Sí, destripemos al enano!», dijo el nórdico gruñendo a la vez que cogía su hacha de mano.
El dwemer tiró la canica de la barra. Para desgracia del chimer, la canica se encontraba justo donde él iba a poner el pie; resbaló y, sujetando la daga por la empuñadura y tambaleándose hacia la izquierda, la hundió en el pecho del sorprendido nórdico. Mientras tanto, el dwemer dio un toque preciso con el dedo a la aguja, que cayó al suelo y se alojó en un hueco que había entre los tablones. A su vez, el chimer se alejó del cuerpo inerte del nórdico, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo sobre la afilada aguja que el dwemer había colocado. Esta se clavó en uno de sus dorados ojos atravesándole hasta el cráneo. Estuvo varios minutos revolviéndose, pero finalmente acabó tan muerto como el nórdico.
El dwemer cogió la bolsa de monedas del cinturón del chimer y se la dio al tabernero, engulló la aguamiel del nórdico de un solo trago, cogió la copa de shein y tomó un sorbo; después, saludó con la cabeza al tabernero y dejó la taberna copa en mano. «Me voy al mercado», le oyeron decir. «Necesito unas pinzas, un huevo de guar y un sacabotas».
Apariciones[]
- The Elder Scrolls Online (primera aparición).