Artículo principal: Suerte
La suerte es uno de los atributos primarios de The Elder Scrolls III: Morrowind. Este atributo no gobierna ninguna habilidad, y es definido como aquel que afecta en una pequeña proporción a todas las circunstancias que ocurren en el juego. En la práctica, lo que hace es incrementar las probabilidades de éxito de todas las acciones que tienen alguna probabilidad de fracaso: lanzar un hechizo, crear una poción, encantar un objeto, negociar un precio, abrir una cerradura, etc. Es probablemente el atributo más difícil de subir.
Creación de personaje[]
Ninguna raza, clase o género afecta a la suerte con la que empezará un personaje, siendo 40 en todos los casos. Hay una excepción, que es si elegimos una clase personalizada y decidimos potenciar la suerte desde el inicio. Pero es la única excepción, ya que tampoco las marcas de nacimiento afectan a este atributo.
Aumento[]
Al no gobernar ninguna habilidad, la suerte no se verá afectada por el uso intensivo de ninguna de ellas. En cambio, sí lo hará por la cantidad de acciones que hayamos usado a la hora de subir nivel en que haya tenido alguna implicación. Por ello, es muy difícil obtener un multiplicador a la hora de subir nivel que afecte a este atributo, siendo por esto el atributo más difícil de subir.
Mediante la Alquimia y Encantar podremos subir temporalmente los puntos de suerte de nuestro personaje. Los efectos que afectan a este atributo son:
- Reforzar suerte.
- Restaurar suerte.
- Absorber suerte.
Con estos efectos nos será reducida temporalmente, o podremos utilizarlos para causar dicho efecto en un enemigo.
- Agotar suerte.
- Dañar suerte.