Elder Scrolls
Advertisement

Queridísima Selina:

Eufemio murió esta mañana a manos de esos malditos rieklings. Estábamos escoltando un carro de suministros desde el fuerte Polilla Helada hasta Roca del Cuervo cuando una partida de esos malnacidos nos emboscó desde los riscos. Luchamos contra ellos, pero una de sus lanzas empaló al pobre Eufemio. Los sanadores del fuerte no pudieron hacer nada por él; yo le agarraba la mano mientras la vida se escapaba de su cuerpo. No sé cuánto más podré aguantar aquí. Mi lealtad para con el Imperio y las contundentes palabras que el general Cario nos dedica todas las mañanas es lo único que me da fuerzas. La nave de suministros debería llegar mañana y te prometo que entregaré mis cartas al intendente para que las puedan enviar a casa de una vez por todas. Diles a los niños que los quiero.

Tuyo siempre,
Maximiniano Axio
11 de Estrella vespertina del 05 de la Cuarta Edad
Advertisement