Hay suficiente evidencia arqueológica para que el historiador moderno crea que ha habido cierta variedad de asentamiento humano en la ciudad-estado de Salto de la Daga, al menos desde hace mil años antes de la historia conocida. El primer uso del nombre Salto de la Daga para referirse al área alrededor del actual capitolio fue, muy probablemente, en el año 246 de la Primera Era. La mitad norte de la bahía de Iliac, en realidad toda la actual provincia de Roca Alta, fue conquistada por nórdicos invasores que trajeron un cierto tipo de civilización con ellos. Uno de los primeros actos civilizados que realizaron los nórdicos fue un censo - el llamado Libro de la vida. En la página 933 del libro se encuentra esta entrada:
"Al norte de los acantilados más elevados, al sur de los páramos, al oeste de las colinas, y al este del mar se llama SALTO DE LA DAGA. 110 hombres, 93 mujeres, 13 niños de menos de 8 años de edad, 58 vacas, 7 toros, 63 gallinas, 11 gallos, 38 cerdos viven aquí."
Alrededor de cuatro mil años después de que se tomara este censo, podemos ver estas doscientas dieciséis personas se han multiplicado con entusiasmo. El último censo, en el año 401 TE, cuenta la población en más de 110000. Siempre es difícil encontrar un número exacto, pero la ciudad capitolina de Salto de la Daga ciertamente supera en número a sus rivales, Centinela y Quietud.
Ha sido un constante, si no realmente útil, entretenimiento de los historiadores encontrar el origen de los nombres de los lugares. Salto de la Daga, por tradición, se dice que se refiere al cuchillo que el primer cacique lanzó para dar forma a las fronteras de sus tierras. Pero hay otras leyendas que tienen la misma validez.
El artículo de Salto de la Daga en el Libro de la vida apoya una teoría sobre la razón de la longevidad de Salto de la Daga. El pueblo estaba formado por pescadores de costa, pero también encontraron la tierra suficientemente rica como para soportar la crianza de ganado. Esta inclinación de la temprana ciudadanía a reforzar sus productos principales trajo estabilidad a una tierra voluble.
Salto de la Daga se desarrolló durante los años de la ocupación de Skyrim. Cuando la Caza salvaje mató al rey Borgas de Hibernalia en el 369 PE, las tierras del norte entraron en la Guerra de Sucesión, y Skyrim, muy debilitada, perdió sus dominios en Roca Alta y Morrowind. La bahía de Iliac se había vuelto estratégicamente importante, y Salto de la Daga comenzó a ampliar su milicia.
Hubo múltiples oportunidades durante los conflictos de los Direnni con la Orden Alessiana para que ejercitara su ejército y su armada. Los Direnni eran bretones nativos, y los bretones raramente se dan en exceso a la religión. Raven Direnni, la encantadora cuya magia ayudó a asegurar la victoria final sobre los alessianos en los Páramos de Glenumbria, fue una de las primeras ocupantes del Castillo de Salto de la Daga.
Durante los siguientes siglos, los Direnni cayeron en el olvido, pero Salto de la Daga continuó su crecimiento. En el 609 PE, el rey Thagore de Salto de la Daga derrotó al ejército de La Cañada y se convirtió en la fuerza predominante económica, cultural y militarmente en el sur de Roca Alta. Una posición que el reino ha mantenido precariamente desde entonces.
Irónicamente, fue otro ejercicio militar con éxito el que terminó trescientos setente años después con el monopolio de Salto de la Daga sobre el comercio de la bahía: la aniquilación de la capital orca Orsinium por un esfuerzo conjunto de Salto de la Daga, el nuevo reino de Reino de Centinela|Centinela]], y la ahora extinta Orden de Diagna. La dispersión de los orcos desde Roca Alta suroriental hizo la ruta fluvial a la bahía más accesible. El pequeño pueblo de Quietud creció como una flor que había dejado de temer la siega. En veinte años, los beneficios del comercio de Quietud igualaron a los de Salto de la Daga. En cuarenta años, Quietud se convirtió en el Reino de Quietud.
El Reino de Centinela no exhibía el engrandencimiento de Quietud durante la Primera Era. Los guardias rojos eran guerreros que estaban aprendiendo las maneras de los comerciantes, y su tierra era lo suficientemente hostil como para mantener su población controlada. De hecho, el número de genete en todas las áreas de la bahía de Iliac se había reducido a la mitad ya en la Primera Era una vez debido a la peste thrassiana, una vez más por la Guerra del Bienhacer, y una tercera vez por los akaviris invasores. Si Salto de la Daga no hubiera ocupado sus primeros mil años preparándose para las batallas de los siguientes mil años, es de hecho concebible que la bahía de Iliac hoy día sería akaviriana.
La Segunda Era, como la útlima parte de la Primera Era, es un tapiz de guerras, insurrecciones y plagas. Salto de la Daga, Centinela, y Quietud siguieron expandiéndose y mejorando sus fuerzas armadas y posesiones económicos en la bahía. Salto de la Daga y Quietud podrían cambiar de lugar como los mayores lugares de comercio de la bahía, y Salto de la Daga y Centinela de la misma forma podrían intercambiar quien tiene mayor poder militar.
La bahía de Iliac ha continuado conservando una posición importante en el gobierno imperial de la Tercera Era. Rara vez aliados (aunque los ejércitos combinados que se opusieron al Usurpador Camorano en el tercer siglo de la Tercera Era es una importante excepción), pero no siempre enemigos, Salto de la Daga, Centinela y Quietud han capeado las tormentas de la disputa, la plaga, la hambruna, y la pestilencia. La reciente Guerra de Betony un conflicto de la bahía de Iliac típico: sincero, espantosamente violenta, y pacíficamente resuelta.