Elder Scrolls
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Para otros usos, ver "Vivec (desambiguación)".

Vivec era una ciudad de Páramo de Vvarden, donde residía el semidiós miembro del Tribunal Vivec. Era considerada una ciudad sagrada para los dunmer.

Por juego[]

Descripción[]

Vivec era la capital de Páramo de Vvarden y donde vivía el semidiós dunmer Vivec. Este era el protector de los dunmer que vivían en esta isla y vigilante de la Montaña Roja, donde pensaba que surgiría el mal de nuevo un día; algo que ocurrió a finales de la Segunda Era con el resurgimiento de Dagoth Ur, enemigo jurado de los miembros del Tribunal.

La ciudad constaba de varios cantones construidos sobre el agua del mar Interior: había uno por cada una de las Grandes Casas dunmer que tenían intereses en la isla, más uno para el Cantón del Templo, otro para la Arena, otros dos populares (Cantón de San Olms y Cantón de San Delyn), y un edificio más dedicado a la residencia del semidiós, el Palacio de Vivec. Además, había una piedra flotando encima de la ciudad, llamada Baar Dau en lengua dunmer, que se trataba de un meteorito que fue parado con el poder de Vivec, y con el tiempo se le dio el uso de prisión. También, al pasar el tiempo, se vio la necesidad de un lugar donde convivieran los habitantes de otras razas que venían por algún negocio a Vivec, por lo que se construyó el Barrio Extranjero.

Los edificios tenían un complejo sistema de alcantarillado que mantenía los edificios a flote. Algunas de estas alcantarillas se usaban para otra multitud de cosas, como para realizar un culto daédrico. Entre los distintos cantones había gondoleros que ayudaban a transportar a los viajeros.

Historia[]

La ciudad de Vivec fue fundada en la Primera Era.

Segunda Era[]

La construcción de la ciudad siguió a buen ritmo durante la Segunda Era. Cuando estalló el conflicto de la Guerra de los Tres Estandartes, Vivec constaba de los cantones del Templo, San Delyn, San Olms, así como el Palacio de Vivec, mientras que el resto de los que finalmente existirían se encontraban aún a medio construir. Fue en ese momento, alrededor del 582 SE, que el Vestigio recibió un mensaje de Azura diciéndole que el semidiós Vivec estaba en apuros y necesitaba su ayuda. El Vestigio fue a visitarlo en su palacio y se encontró a un Vivec debilitado, sin que nadie supiera decir por qué parecía que estaba perdiendo sus poderes.

Tras una investigación siguiendo las pistas que tenía, descubrió que se debía a que un cenicio llamado Chodala, que se había autoproclamado Nerevarino, estaba robándole a Vivec sus poderes con un artefacto propiedad del otro semidiós dunmer, Sotha Sil: el Sunna'rah. La acumulación de poder de Chodala había servido para reunir un grupo de fieles a su lado, los Exiliados Rojos, que estaban reclamando la unidad de los dunmer bajo su mando, aprovechando también la reciente debilidad de Vivec. Esta causó además que la roca flotante de Baar Dau se tambaleara sobre Vivec, amenazando con caer sobre la ciudad y destruirla.

El Vestigio, con ayuda de sus aliados, logró desbaratar los planes de Chodala y recuperar el Sunna'rah. No obstante, el archicanónigo Tarvus se reveló como el fiel servidor de Clavicus Vile, Barabas, disfrazado, y había estado utilizando la energía robado a Vivec para descubrir la ubicación de la Ciudad Mecánica de Sotha Sil. Así, una vez lo hubo conseguido, se desenmascaró, huyendo además con el artefacto. A pesar de esto, el Vestigio consiguió evitar la amenaza de Chodala y Vivec recuperó su poder, consiguiendo mantener a Baar Dau a flote para evitar una catástrofe.

Tercera Era[]

Alrededor del 427 TE apareció alguien que volvía a decirse Nerevarino. Este desembarcó en el poblado imperial de Seyda Neen, pero poco después fue a la ciudad de Vivec a recopilar información para la misión que le había sido asignada. Allí descubrió que los Ordenantes habían estado persiguiendo a miembros del Templo del Tribunal que habían estado cuestionando recientemente las enseñanzas del mismo y se hacían llamar los Sacerdotes disidentes. Cuando el Templo descubrió a una de ellas infiltrada en Vivec, Mehra Milo, la encerró en el Ministerio de la Verdad, tras lo que el Nerevarino se encargó de liberarla y protegerla en su huida hasta el cuartel general de los disidentes.

Poco después el Nerevarino consiguió cumplir todas las profecías que lo proclamaban como enviado de Azura en efecto. Una vez hecho esto, fue recibido por Vivec en su Palacio, que le reveló lo que ocurrió realmente en la Segunda Batalla de la Montaña Roja y cómo él llegó a ser el semidiós que era en ese momento, así como la posterior resurrección de Dagoth Ur, y de esa manera trazar un plan para derrotarlo.

Cuarta Era[]

Tras la derrota de Dagoth Ur y el cumplimiento final de la profecía del Nerevarino, Vivec perdió sus poderes y eventualmente murió. Esto condujo a que nada ni nadie pudiera sostener durante más tiempo la roca de Baar Dau, lo que causó que cayera sobre la ciudad de Vivec, significando su total destrucción. Este suceso, además, activó el volcán durmiente de la Montaña Roja, provocando una larga serie de erupciones que devataron todo Páramo de Vvarden. Esta cadena de acontecimiento fue conocida posteriormente como el Año Rojo.

Tras ese momento, se desconoce el estado de la región donde anteriormente se ubica la ciudad de Vivec.

Galería[]

Apariciones[]

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